Un mes después de su reapertura, el centro de día Francisco Chanclón de Cáceres, dependiente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) de la Junta, ha tenido que volver a echar el cierre. Lo hizo ayer por la mañana, tras detectarse un positivo en uno de los ancianos que acuden a estas dependencias, y que se había sometido al test. Al parecer era asintomático. La reacción fue inmediata: se comunicó a las familias de los usuarios y a los propios trabajadores que el centro queda cerrado sin fecha, hasta que se estime adecuada su puesta en funcionamiento.

El recinto, situado en el acceso a la barriada de Aldea Moret, atiende en situaciones normales a 26 usuarios con deterioro cognitivo y funcional, en dos turnos de mañana y tarde. Allí reciben sus terapias a diario. Las instalaciones cerraron a raíz del Estado de Alarma y reabrieron el 15 de junio. Días después comenzaron a llegar los primeros usuarios, que se han mantenido en un máximo de 11 porque otras familias han solicitado no utilizar el servicio hasta después del verano.

LOS PROTOCOLOS

Las medidas higiénico sanitarias se han extremado. De hecho, según datos facilitados por la Consejería de Sanidad, se han establecidos distintos turnos de entrada y de salida, e incluso estaba previsto crear turnos rotatorios diarios cuando aumentara el número de mayores. Los trabajadores han seguido el protocolo exigido en estos centros, desde lavar los uniformes en el propio recinto con un proceso muy controlado, hasta disponer de vajillas y cubiertos de un solo uso, desinfección constante de mesas, menús sin riesgos sanitarios, cuidados extremos con la fruta y el pan, limpieza continua en pasamanos, interruptores, puertas y zonas de paso, desinfección de calzado, disoluciones calculadas de lejía para garantizar su efectividad, ventilaciones adecuadas que eviten corrientes que puedan favorecer contagios, etc...

El centro dispone de 31 trabajadores, entre ellos enfermeras, auxiliares, camareras, ordenanzas, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta y psicóloga. Según ha podido saber este diario, todos han sido sometidos ya a dos test desde que se reabrió el centro.