Quince mujeres de la Asociación de Voluntarios de Extremadura y del hogar de mayores Plaza Mayor han elaborado 140 cojines con forma de corazón para los enfermos de cáncer de mama con afectación en los ganglios axilares. Aunque los han tejido con mucho amor, la forma no ha sido elegida por eso, sino que es la más terapéutica para este tipo de pacientes porque ayuda a paliar los efectos secundarios de las intervenciones quirúrgicas. Deben tener un peso específico (160 gramos) y estar recubiertos de algodón, tejido que no provoca alergias. Su gran hendidura impide que el brazo roce la herida producida por la opereración y sostiene el brazo y los músculos del hombro para que no se cansen.

De sus beneficios sabe mucho Inés María Pérez, secretaria de la Asociación Oncológica de Extremadura (Aoex). Le detectaron de casualidad esta enfermedad hace tres años. Ese año no le tocaba realizarse las mamografía rutinaria pero le estaban haciendo pruebas para confirmar si sufría hipertensión pulmonar debido a la esclerodermia que padece, una enfermedad degenerativa. En las pruebas observaron que le habían aparecido unos ganglios en la axila que, al analizarlos, resultaron ser cancerígenos.

Los oncólogos decidieron darle quimioterapia antes de la operación y después le prescribieron radioterapia. Ahora sigue yendo a sus revisiones, pero está perfectamente. «Al principio fue un impacto, fue un mazazo, pero decidí ser positiva. Sabes que tienes que luchar y estar bien. No estuve ni un día sin salir de casa cuando me dieron la quimio, no me podía hundir», recuerda. Ahora convive también con su otra enfermedad, por la que tuvo que dejar su trabajo en el área de salud porque le dieron la incapacidad.

«Cuando las afectadas tienen el cojín que alguien ha hecho por ellas se emocionan», señaló la presidenta de la Aoex, Isabel Rolán, durante el acto de entrega de los cojines, que tuvo lugar en el hogar de mayores. (La Aoex se encarga de repartirlos). Asistieron la directora gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia, Consolación Serrano, y la responsable del programa de mayores de la Fundación La Caixa, Cristina Segura (la entidad ha pagado los materiales).

Es la tercera vez que se lleva a cabo esta actividad en la ciudad, en las otras ediciones se ha realizado en la Casa del Mayor. Las voluntarias no solo han elaborado cojines, sino también fundas para los drenajes, que se adhieren al sujetador para que estén más fijos. El programa se ha desarrollado en un taller.