La asociación Asterix desarrolla campañas de sensibilización en campamentos de la provincia, donde los organizadores cuentan a los jóvenes las dificultades que encuentran los inmigrantes para integrarse en la sociedad extremeña. Desde el inicio de la asociación, en 1999, se ha conseguido que una treintena de inmigrantes obtengan la documentación para legalizar su situación. Sus acciones se centran en el asesoramiento en el trámite de los permisos de residencia y en facilitar la búsqueda de empleo legal. La asociación pretende alfabetizar a los inmigrantes para fomentar su integración social y laboral, y evitar así su explotación. Al frente del proyecto está James Faustin Mbakop, inmigrante de Camerún afincado en Cáceres desde hace cinco años, que informa de sus derechos a los extranjeros, plantea soluciones y tramita documentaciones para hacer frente a las grandes dificultades que por cultura o desconocimiento de idioma puedan sufrir.

La asociación puso en marcha en julio La Casa del Inmigrante, con la colaboración de la dirección general de Inmigración de la Consejería de Bienestar de la Junta, que tiene como principal objetivo ayudar a la creciente población inmigrante de la ciudad.

DIVERSIDAD CULTURAL

Frente a los abusos que padece este segmento social, desde la asociación plantean denunciar ante las autoridades y la sociedad cualquier forma de marginación social, y organizar actividades para fomentar el conocimiento de la diversidad cultural como enriquecimiento de la comunidad.

Según el padrón local, en Cáceres residen 1.516 extranjeros, cifra que asociaciones que trabajan con el colectivo de inmigrantes elevan a 2.300, de los que 587 tienen nacionalidad española.