Hace ya más de dos años de la reforma del mercado de Ronda del Carmen pero sus consecuencias aún se palpan entre los empresarios. Aseguran que todavía no han recuperado los clientes que perdieron durante la obra. Sufrió varios retrasos, por lo que se vieron obligados a vender desde la planta de arriba durante año y medio. «Nos tuvimos que instalar en la planta de arriba en pleno verano y sin aire acondicionado, muchos de los clientes habituales se marcharon y ya no han vuelto», afirma el presidente de la asociación de comerciantes del mercado, Sebastián Jiménez.

Dice que se sienten engañados porque ellos accedieron a que se realizara la obra con la promesa de que la primera planta se iba a destinar a hostelería, con un proyecto que iba a suponer un empuje al mercado y, con ello, un aumento de la clientela. Más de dos años después esa planta está abandonada.

El ayuntamiento ha hecho ya tres intentos de adjudicar el proyecto pero siempre ha quedado vacío. «Es una pena porque la planta de arriba es mucho más bonita, diáfana y serviría para hacer algo bueno pero está abandonada, nosotros accedimos a la obra porque iban a abrir un proyecto muy bonito arriba pero, al no ocuparse, nosotros hemos perdido», añade el presidente del colectivo. Aunque critica que a ninguno de ellos se les ha mostrado de forma oficial el resultado de la primera planta tras la reforma.

Además, recuerda que la obra no ha supuesto el arreglo de los principales problemas que tenía el mercado, que eran las humedades en la zona de los almacenes y las cámaras. De hecho, después de estrenar las nuevas instalaciones, volvieron a aparecer las goteras, a pesar de que en estos momentos no hay. «Ahora lo que queremos es que se resuelva cuanto antes lo de la primera planta, que busquen la fórmula que sea necesaria», protesta.

costó 1 millón de euros / La reforma fue sufragada por la Junta de Extremadura con una inversión de algo más de un millón de euros y se vendió como un proyecto novedoso, que pretendía hacer del mercado de Ronda del Carmen un punto de encuentro en la ciudad. La idea era abrir allí un espacio en el que los comerciantes pudieran vender sus productos a la vez que los clientes podían ir de tapas. Algo así como el mercado de San Miguel de Madrid o la Boquería en Barcelona. Todo eso se ha quedado en el aire y lo que iba a ser un centro de ocio se encuentra vacío.

Actualmente en el mercado están instalados una docena de empresarios. Muchos llevan allí toda la vida y creen que se necesita un empuje para potenciar las compras. En este sentido también solicitan mejoras en los accesos al mercado de Ronda del Carmen, como es el arreglo de las escaleras que conectan con León Leal. Un espacio abandonado y lleno de suciedad. Exigen que se limpie y que se instalen unas escaleras mecánicas que favorezcan el tránsito de los clientes a pie, ya que el mercado tiene, de por sí, un déficit de aparcamientos.