Ya han entrado las máquinas en el colegio Extremadura. Los padres llevan años demandando una reforma de las instalaciones del centro, que se encuentran muy deterioradas debido a su antigüedad. El edificio se construyó hace casi siete décadas y los padres aseguran que hace años que no se efectúan tareas de mantenimiento. El proyecto contempla la rehabilitación de la biblioteca, del comedor y de los aseos, así como la reposición de la carpintería del centro y el cambio de suelos del área de Infantil. Se instalará también una escalera como salida de emergencia y se reformará el módulo en el que se ubica la dirección.

Las obras fueron adjudicadas a la empresa cacereña Daro Royo, por 480.498 euros. Se adjudicó a mediados del mes de marzo aunque el contrato no se formalizó hasta un mes después. La previsión es que estén finalizadas antes de que comience el próximo curso. Para su ejecución ha sido necesario vaciar algunas áreas del edificio. De hecho algunos de los padres han tenido que llevarse material a sus casas porque en el colegio no tenían sitio.

ARREGLO DE LAS TUBERÍAS / A esta actuación se une la renovación de la red de tuberías, que se realizó con carácter de urgencia el pasado mes de marzo. Se ejecutaron de esta manera después de que dos reventones inundaran varias dependencias del centro escolar. La primera de ellas ocurrió las pasadas navidades y dejó una semana sin clase a los alumnos de Infantil. La avería afectó a las seis aulas de este ciclo. Días más tarde hubo otra rotura, esta vez en la primera planta del colegio, en un antiguo aseo que actualmente utilizan los profesores. En este caso afectó a los baños de Infantil y Primaria, al pasillo central del colegio que da acceso al comedor y al hall de entrada. En este caso no fue necesario suspender la actividad lectiva.

Los padres se han manifestado en varias ocasiones para reclamar una reforma del centro. La última vez fue precisamente tras las averías en las tuberías. Colgaron pancartas en el colegio en las que podía leerse: «Por un colegio digno. Basta de desidia».