Levantarse un día, mirarse al espejo y comprobar que el pecho, ese bulto tan característico y femenino, ya no está. La sociedad, los medios de comunicación y la publicidad han creado unos cánones de belleza estrictos que generan traumas psicológicos en aquellas mujeres con pechos pequeños, pero más aún en esas otras que han sufrido la extirpación de una mama tras el diagnóstico de un cáncer. Se sienten mutiladas. Por este último caso pasan al año 22.000 mujeres en España (cerca de 400 en la región) que han encontrado en la cirujía plástica un apoyo en la superación de la enfermedad.

En Cáceres desde hace años la reconstrucción del pecho forma parte del tratamiento a estas pacientes, de hecho los cirujanos plásticos pertenecen también al comité de tumores de mama y participan en las decisiones del tratamiento, ya que éste influye en la operación para reconstruir la mama. El servicio de cirujía plástica del hospital Virgen de la Montaña está formado por siete especialistas y tres residentes. Es un referente en la región.

Con un defecto de tejido

Este tipo de operaciones, explica Clara Gonzalo, cirujana plástica del San Pedro, son "completamente diferentes" a las que se realizan por estética para aumentar o disminuir el volumen del pecho. En este último caso la mama tiene todos los tejidos y éstos están sanos, sin embargo en la reconstrucción se parte de un defecto de tejido.

Según Gonzalo es importante que, siempre que una paciente deba reconstruirse la mama tras detectarse el tumor, la mujer reciba asesoramiento por parte del cirujano plástico. "La primera consulta es complicada, están en estado de shock. Se explora a la paciente y se le explica con detalle la técnica que consideramos mejor para ella, con sus beneficios e inconvenientes e intentamos que tengan una visión realista de los resultados, ya que la mama reconstruida nunca será igual que la sana", dice.

La reconstrucción del pecho puede hacerse de forma inmediata, es decir, en el momento en el que se extirpa el tumor, o diferida, que se realiza cuando la mujer ha terminado todos los tratamientos, tanto quirúrgicos como de quimioterapia o radioterapia. "En un gran porcentaje de los casos se realiza la reconstrucción inmediata, siempre que no haya criterios que la contraindiquen, por eso es importante el comité de tumores de mama, donde se deciden estos asuntos", explica Clara Gonzalo.

En cuanto a las técnicas, se resumen en tres grupos: Los implantes, los tejidos autólogos y una combinación de ambas. En el primer caso la reconstrucción mamaria puede realizarse mediante una prótesis rellena de silicona o con expansores, que se trata de una prótesis vacía, que se coloca debajo de la piel y de los músculos. Lleva una válvula metálica con un imán que ayuda a localizarla y se va inflando poco a poco para lograr la piel que se necesita para introducir después la prótesis. La técnica con expansores es un implante en dos tiempos.

Tejidos propios

En el caso de la técnica de reconstrucción con tejidos autólogos o propios de la paciente, se realiza una transferencia de tejidos (piel, grasa o músculo) a la mama desde otra zona del cuerpo, fundamentalmente de la región abdominal y la espalda. Las dos formas combinadas se utilizan cuando los tejidos propios no aportan el volumen suficiente y es necesario incorporar además una prótesis. Los cirujanos ofrecen siempre a la mujer la posibilidad de simetrizar la mama sana, con un aumento o reducción de la misma, según precise.

El tipo de operación que se realice a cada mujer depende de numerosos factores (estado de los tejidos, tipo de tumor, tratamiento, características físicas, forma de las mamas, ...). "Lo más habitual en la reconstrucción inmediata es el implante en dos tiempos (con expansores). Es la menos agresiva porque al no haber zona donante no hay más cicatrices", indica Clara Gonzalo. Sin embargo, en las reconstrucciones diferidas es más habitual la utilización de tejidos autólogos, porque "en un porcentaje alto estas mujeres han recibido radioterapia y sus tejidos están dañados y no distienden bien" añade.

Tras la reconstrucción es necesario recomponer el pezón y la areola, esta última mediante la técnica del tatuaje o injerto).

Resultado satisfactorio

El resultado final es satisfactorio en un alto porcentaje, aunque éste también difiere de unas a otras: "En dos pacientes que han recibido la misma reconstrucción el resultado puede ser diferente porque sus mamas, su cuerpo y su tratamiento son diferentes", explica Clara Gonzalo.

En los últimos años se ha puesto en marcha la consulta genética del cáncer, a la que acuden pacientes con antecedentes familiares de esta enfermedad. Si las pruebas genéticas y el oncólogo lo aconsejan , se propone a la paciente realizar una mastectomía profiláctica, es decir, la extirpación de la mama de manera preventiva, además de una reconstrucción inmediata.