"Estamos limitadísimos con los horarios". La frase es del hostelero Francisco Rubio, que regenta desde hace 17 años el bar especial Farmacia de Guardia en la plaza Mayor, uno de los sancionados por incumplir el horario de cierre. Tendrá que hacer frente a dos multas que ayer no iba a recurrir porque no sobrepasaban los 300 euros.

Pero el empresario, que también es socio de la discoteca Down en La Madrila baja, considera que la normativa tendría que cambiarse porque, afirma, "los horarios están obsoletos". En opinión de Rubio, sería suficiente con ampliar una hora más para discotecas y bares especiales porque entiende que así se resolverían los problemas de ruidos del público "que sale de La Madrila un sábado a las 4.30 horas y no sabe adónde ir". El hostelero prefiere no opinar sobre los establecimientos que reabren a las seis de la mañana aprovechando que tienen licencia de bar y que, según la ley, cierran cuatro horas antes.

Rubio también apunta que el público retrasa cada vez más su llegada a La Madrila y que los establecimientos tienen poco tiempo para poder vender.