Los concejales y altos funcionarios del ayuntamiento no usan desde principios de mayo tarjetas de abono que el ayuntamiento les proporcionó para que aparcaran sus vehículos en el párking de Obispo Galarza. El gobierno local anuló la medida que adoptó en abril al tiempo que anunciaba que "predicaba con el ejemplo", restringiendo el aparcamiento de la plaza de Piñuelas y reduciendo el número de pases a la zona de 95 a 8.

La polémica suscitada tras conocerse que el ayuntamiento estaba costeando con dinero público los abonos mensuales de 29 concejales y altos funcionarios, obligó a dar marcha atrás. La propia alcaldesa anunció que era una medida era provisional y que se eliminaría en el plazo de un mes.