TEtn todos los sitios en fechas tan señaladas --bien sea por las cenas con indeseables, las campanadas de la medianoche más popular, o por la religión-- se celebran conciertos de Año Nuevo y de Reyes --por los de Oriente -, pero aquí no.

El Gran Teatro de Cáceres programó música clásica --¡bien!--, presentada, eso sí, de forma "diferente" para hacerla "asequible", pero no hablo de esto, ni tampoco del espectáculo de Viena y su Filarmónica, este año dirigida por Barenboim (palmitas en la Marcha Radetzky), hablo de otra cosa, de la CULTURA con mayúsculas que quiere, por ejemplo, el director del Met, el señor Montebello, "siempre hacia arriba", dice.

Tenemos una buena orquesta, la OEX; existen formaciones "menores" que lo hacen más que correctamente y quieren dar a conocer su valía; hay intérpretes que desean tocar, cantar, expresarse artísticamente, pero- pero los gestores, programadores y gobernantes están pensando en su periodo vacacional y no se preocupan de que haya servicios de cierto nivel --mejor ocio que cultura--.

¿Vieron el espectáculo de Raphael por la televisión pública? Pues el próximo año, vía rayos catódicos, los "premiados" con la Medalla de Extremadura en el apartado de "Música" --léase Soraya y otros "gurúes" del pop--, podrían deleitarnos con un super concierto, así los gestores, programadores y gobernantes creerán que han cumplido con su cuota, y nosotros, los votantes, tendremos nuestro espectáculo navideño. ¡WOW!