Una inversión de 70.000 euros ha hecho posible la restauración de la plaza de Santiago y su perímetro, una de las áreas más bellas del recinto intramuros. La obra, realizada por el ayuntamiento con fondos propios ha finalizado después de 7 meses de trabajo. "Estamos satisfechos", dijo a este diario el concejal de Infraestructuras, Miguel López, que desde el inicio de legislatura había escuchado quejas vecinales ante el deplorable estado de conservación de este entorno, con un pavimento destrozado y grafitis por doquier.

Miguel López explicó que el deterioro de Santiago se debía a dos motivos: el tráfico rodado y la rehabilitación de viviendas en la zona, que obligaban al paso de camiones y material. Ello forzaba al ayuntamiento a reponer los cantos de forma constante, así que ahora se ha apostado por "una actuación integral, genérica y más consistente en el tiempo", apuntó el edil.

Excavaciones de 15 centímetros, morteros de agarre y lechadas con arena cribada (una parte de cemento y tres de arena) han hecho posible que los marros queden más embutidos en el pavimento, lo que facilita la accesibilidad, teniendo en cuenta que el 80% los vecinos del barrio son personas mayores.

Finalmente, el concejal indicó que el muro de la plaza que comunica con la calle Picadero estaba muy desplazado por las raíces de una palmera que hay al lado. El ayuntamiento decidió trasplantarla hacia el interior de la plaza y reparar la zona.