Para el grupo municipal PP-EU en el tema del agua lo más sencillo habría sido ponerse de perfil. Con unas encuestas favorables a dos meses de unas elecciones y un gobierno municipal descabezado, le hubiera bastado con levantar la mano, decir sí, y haber adjudicado el concurso del agua, pero eso habría sido impropio de un partido que lleva toda la legislatura haciendo una oposición constructiva y siempre velando por el interés general. Prueba de ello, es la aprobación del PGM, las aportaciones de proyectos y la aprobación de los dos Plan E, o el apoyo en la cesión del contrato a la nueva empresa del servicio de autobús, de la que aún ni siquiera se nos ha entregado documentación alguna.

En el tema del agua nuestro grupo municipal ha vuelto a realizar un ejercicio de responsabilidad. El PSOE y FC lo único que quieren es adjudicar el concurso sea como sea, coger más de treinta millones de euros y a correr. "Lo mismo da Juana que su hermana", pasan olímpicamente del interés general y, si la empresa que resulta concesionaria no es la que ha hecho la oferta más ventajosa, pues qué más da, si esto "funciona solo", y si mañana las empresas recurren y se generan indemnizaciones multimillonarias, ya veremos.

La realidad es que la propuesta efectuada por la mesa era la tercera peor oferta técnica y la cuarta peor oferta económica, según los informe técnicos. A esa propuesta se llega por una interpretación formalista de los pliegos, que además de haber vulnerado el principio de igualdad que debe presidir cualquier concurso público, ha impedido al órgano de contratación poder escoger entre las distintas ofertas, la más ventajosa en su conjunto, es decir, conseguir el "óptimo contractual" y, por tanto, lo mejor para Cáceres y los cacereños.

Pero es que a mayor abundamiento existen causas de anulabilidad del concurso, no solo por lo que se acaba de exponer, sino porque no consta ninguna explicación de cuáles son los razonamientos que han llevado a los técnicos a otorgar a las empresas unos puntos u otros en los distintos apartados y subapartados, cuestión que hemos denunciado y a la que PSOE y FC han hecho oídos sordos.

Llegados a este momento, y viendo que Heras y su equipo de gobierno pretenden adjudicar el concurso con mayoría simple, cuando la legislación local solo permite hacerlo con mayoría absoluta, observamos una vez más la ineptitud de un gobierno para ejecutar los acuerdos tomados por las mayorías, perjudicando así los intereses generales de nuestra ciudad.

El PP-EU ha hecho aquello que desde una oposición constructiva se debe hacer: salvaguardar el interés general con independencia del oportunismo político del momento, proponiendo la terminación del procedimiento a través de la figura legal del desistimiento, con el fin de iniciar un nuevo concurso libre de vicios e irregularidades, con igualdad de trato a todas las empresas y evitando de esta forma una sangría económica a los cacereños.

Con la actitud del equipo de gobierno de querer adjudicar "como sea" y de no querer ejecutar un acuerdo plenario adoptado por mayoría absoluta de sus miembros, Heras da una muestra de irresponsabilidad y de intransigencia política, incompatible con las reglas del juego democrático que, si bien no son perfectas, son las que tenemos, con las que convivimos y por las que nos debemos regir.