La Audiencia Provincial de Cáceres acaba de ratificar la condena a un cacereño por burlar la ley para no pagar el agua que consumía. Según se recoge en la sentencia a la que ha tenido acceso este diario, Canal de Isabel II, a través de sus trabajadores, detectó que, en la hornacina de tomas de agua de un edificio de Aldea Moret de la capital cacereña, un vecino había instalado fraudulentamente un latiguillo flexible de conexión entre la salida de agua y la toma de la vivienda, de tal manera que el agua que consumía no quedaba registrada en el contador, por lo que a Canal de Isabel II no le constaba que hubiera consumo alguno en dicha vivienda.

Los hechos ocurrieron en septiembre del 2016, cuando la concesionaria del servicio de aguas en la capital cacereña se percató de lo ocurrido. Un mes después acudió al edificio y procedió al sellado y precinto de la conexión. Sin embargo el condenado volvió a colocar el latiguillo. Estuvo consumiendo agua de manera fraudulenta hasta septiembre del 2017, al menos un año. En total se calcula que defraudó a Canal de Isabel II 1.219 euros.

El Juzgado de Instrucción Número 5 le condenó primero por estos hechos. Así, además de obligarle a devolver el dinero estafado a la concesionaria del servicio de aguas, le exigió pagar una multa de seis meses con una cuota de 6 euros al día (1.080 euros).

PRESENTÓ UN RECURSO / El acusado recurrió la sentencia alegando que no existen pruebas que acrediten que él era quien ocupaba la vivienda en la que se manipuló el contador. Se trata de un edificio social propiedad de la Junta de Extremadura y que el acusado había ocupado de manera ilegal desde el año 2014. En cambio no aporta documentos que acrediten su empadronamiento en otro domicilio ni aporta el testimonio de otras personas que justifiquen que reside en otro lugar. La sentencia ya es firme.