Aún hoy, casi dos años después de que en la localidad cacereña de Aldeacentenera muriera de una paliza un pequeño perro pequinés llamado Coki, muchos vecinos se preguntan cómo puede alguien maltratar así, con tal ensañamiento, a un animal.

Hoy aquella noticia se hace de nuevo actualidad al haber sido condenado el autor. A José Manuel V. B. le ha declarado el titular del Juzgado de lo Penal de Cáceres autor responsable de un delito de maltrato a animales domésticos y le condena, por el mismo, a 9 meses de prisión, así como a 1 año de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales. El acusado no podrá, en definitiva, ejercer en un año ningún oficio relacionado con animal alguno.

Y, por supuesto, tendrá que indemnizar al dueño de Coki. En este punto, el titular del Juzgado de lo Penal, Jesús Gómez y Flores, señala en su sentencia que, teniendo en cuenta datos y extremos como el tiempo que el animal llevaba viviendo con su propietario (14 años), el cariño que le había cogido, las tareas que había realizado para él..., "no es fácil establecer una cuantificación económica de todo ello", por lo que, resuelve, "nos inclinaremos a fijar la cantidad como compensación en 500 euros". No obstante, añade, "serán aplicables en último extremo los intereses legales correspondientes".

CON ENSAÑAMIENTO También expone el juez en su sentencia la "viva polémica" que ha suscitado este causa, que se inició, recuerda, cuando el 11 de agosto del 2008 un ciudadano denunciaba ante el puesto de la Guardia Civil de Torrecilla de la Tiesa que el perro doméstico de su propiedad, un pequinés conocido como Coki, había aparecido muerto. Y hacía constar, asimismo, que un vecino le había informado de que la madrugada anterior, en la calle Constitución de Aldeacentenera, "un individuo había propinado una paliza a su perro, causándole la muerte", y que los testigos habían identificado a José Manuel V. como el agresor.

Por todas las pruebas practicadas, el juez determina que ha resultado probado que sobre las 05.00 horas del 11 de agosto del 2008 José Manuel V. B. "propinó, con extremo ensañamiento e injustificadamente, numerosas patadas a un perro de raza pequinés hasta producirle la muerte, dejándole en un estado que le hacía casi irreconocible". Y que estos hechos fueron presenciado por vecinos, que en su día declararon que el dueño "le tenía mucho cariño, pues llevaba con él 14 años, habiéndole ayudado en su momento con las labores del ganado", así como no comprender "cómo hay personas que causan daños a los animales, y más con el ensañamiento de este caso".