Por un delito contra la seguridad del tráfico y otro de desobediencia grave a los agentes de la autoridad, el Juzgado de lo Penal de Cáceres ha condenado a Lucio A. C., un conductor ebrio que el 7 de marzo del 2005 sufrió un accidente en la plaza de San Juan. Se le condena, por el primer delito, al pago de una multa de 1.642,5 euros y la privación del permiso de conducir por un año y un mes; y a cuatro meses de prisión por el segundo.

Según recoge la sentencia, en la noche del 7 de marzo del 2005 el acusado, "tras haber ingerido una considerable cantidad de bebidas alcohólicas", conducía un vehículo todo terreno por las calles de Cáceres cuando sobre las 20.40 horas, circulando por la plaza de San Juan, "perdió totalmente el control del vehículo y se salió de la calzada, arrancando de sus anclajes un pivote metálico de protección del acerado de titularidad municipal" --tendrá que indemnizar al ayuntamiento con 85 euros, el coste del mismo--.

Cuando la policía local llegó, el acusado aceptó aparentemente someterse a la prueba de alcoholemia, "aunque no tenía la más mínima intención de efectuarla, pues se dedicó a interrumpir intencionadamente la expulsión del aire en los ocho intentos que se le efectuaron".