Prisión y más de 5.000 euros de indemnización es lo que le ha costado a un joven que sus perros atacaran y causaran heridas a otros dos chicos.

En este caso no fueron los animales los responsables de lo ocurrido, pues no se trató de un accidente, sino que lo fue su dueño, ya que fue este el que les incitó para que mordieran a los dos jóvenes que le estaban recriminando su comportamiento.

Por estos hechos, que en enero hará dos años que tuvieron lugar, Efren G. T. se ha visto ante la Justicia, imputado por sendos delitos de lesiones, y ahora ha sido condenado. El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente para él una pena de 3 años de prisión y 12 días de localización permanente, pero el día del juicio, fijado para el pasado día 6 de este mes, la petición se vio reducida al llegarse a un acuerdo entre las partes (fiscal, acusaciones y defensas).

Así, el magistrado titular del Juzgado de lo Penal 2 de Cáceres, según consta en su sentencia, le ha declarado autor responsable criminalmente de un delito de lesiones graves, por el que le impone una condena de 1 año de prisión, y de una falta de lesiones, por la que se le impone una pena de seis días de localización permanente.

Y al castigo penal se suma, en concepto de responsabilidad civil, la obligación de indemnizar a sus víctimas. Con 4.034 euros (3.434 por los días que tardó en curar de sus lesiones y 600 euros por las secuelas) a L. R., el joven que sufrió heridas de mayor consideración, y a M. L., el otro agredido, con 1.082 euros (482 euros por los días de curación y 600 euros por las secuelas).

EL ATAQUE

Eran aproximadamente las 23.30 horas del 11 de enero del 2010 cuando ocurrieron los hechos por los que Efren G. T. ha sido condenado.

Tenían lugar en la céntrica plaza de la Concepción. En ella, declara el juez probado en su sentencia, se encontraba el acusado con varios perros "de configuración morfológica compatible con perros peligrosos" cuando dos jóvenes que los observaban "le recriminaron el comportamiento" de los animales.

Ante este hecho el acusado, "puesto de acuerdo con otras personas a las que no se ha podido identificar", se dirigió hacia los dos jóvenes "incitando a los perros a que les mordieran", lo que los animales hicieron.

A consecuencia de la agresión L. R. sufrió una herida en la pierna izquierda, otra en el cuero cabelludo y otra herida en la cara interna del brazo izquierdo, que requirieron tratamiento médico y por las que estuvo más de dos meses impedido para la realización de su trabajo habitual. M. L., por su parte, sufrió diversas heridas inciso contusas con ligera pérdida de sustancia en brazo y antebrazo derecho, que necesitaron una primera asistencia médica y nueve días para su curación total.