El Juzgado de lo Penal Número 1 de Cáceres ha condenado a un técnico de rayos por abusar de cinco de sus pacientes entre julio y diciembre del año 2018. Prestaba sus servicios en el centro de salud de la localidad cacereña de Logrosán y aprovechaba cuando ellas ya estaban desnudas y listas para hacerse la radiografía, para realizarles tocamientos en distintas partes del cuerpo. La primera de sus víctimas acudió para una radiografía de tórax y pulmones, que había sido prescrita por su médico de cabecera. El acusado le indicó que se desvistiera y ella se quedó desnuda de cintura para arriba. Después se acercó a la mujer y le pidió que levantara los brazos, momento que aprovechó para tocarle los pechos, haciendo como que se los colocaba para la prueba.

Otra de las víctimas acudió para una radiografía lumbar, a pesar de lo cual el acusado le indicó que se desnudara entera; se quedó únicamente con la ropa interior. Le dijo que permaneciera de pie y que se inclinara hacia delante. Fue en este momento cuando el acusado aprovechó para realizarle un masaje en los glúteos. Después le pidió que se tumbara en la camilla bocarriba y con las piernas abiertas y dobladas. Él se sentó junto a los pies de la mujer y le tocó las dos extremidades inferiores. Luego le solicitó que se tumbara boca abajo y volvió a tocarle los glúteos. Por último le indicó que se diera la vuelta y que situara su mano sobre el pubis, él puso la suya encima y le empezó a realizar preguntas sobre su vida sexual. La mujer sufre trastorno de ansiedad y ha necesitado medicación tras los hechos.

OTRA VÍCTIMA

Su tercera víctima llegó para someterse también a una radiografía lumbar y se desvistió solo la zona superior. Le indicó que se tumbara en la camilla y comenzó a moverle las piernas, abriéndoselas y cerrándoselas. Después le pidió que se pusiera de pie, cuando comenzó a tocarle los glúteos. Otra de ellas llegó para una radiografía de columna. Le indicó que se desnudara, quedándose únicamente con la ropa interior. Una vez sin ropa, le solicitó que se inclinara hacia delante y comenzó a tocarle los glúteos. Después le pidió que se tumbara en la camilla y que flexionara las piernas, solicitándole que las abriera y las cerrara mientras él observaba sus partes íntimas. La mujer también sufrió un trastorno psicológico tras lo ocurrido.

La última de las pacientes acudió al centro de salud para hacerse una radiografía de la zona lumbar, de los pies y de los hombros. Se quitó la parte de arriba de la ropa y, en un momento dado, él le indicó que se colocara sobre la camilla en posición fetal, lo que aprovechó para agarrarla de la cadera y comenzar a hacer movimientos sexuales mientras le preguntaba sobre sus intimidades. El juzgado aclara en la sentencia, facilitada a este diario por el abogado de cuatro de las cinco víctimas, Manuel Montes, que ninguna de las víctimas consintió los tocamientos que el acusado les realizó «aprovechando su condición de técnico especialista en radiodiagnóstico». Todas ellas, añade, «se sintieron incómodas y bloqueadas» por lo sucedido.

El juez le condena ahora por cinco delitos de abuso sexual a pagar una multa de 8.100 euros (1.620 por cada uno de los delitos) y a la prohibición de ejercer como técnico de radiodiagnóstico durante seis meses. Deberá además indemnizar a sus víctimas y no podrá acercarse a ellas durante un año. La sentencia es firme.