El administrador de una asesoría ha sido condenado por utilizar engaños en la venta de un ciber-café de Moraleja. El acusado, J. P. P., realizó el 31 de julio del 2002 un contrato de compraventa de un ciber de la empresa por el que le pagaron 42.000 euros. Como contraprestación, la empresa propiedad del procesado tenía que contratar cursos de formación por un total de 12.000 euros en el 2002 y de otros 12.000 euros en el 2003.

El comprador pagó los 42.000 euros, y J. P. P. entregó un cheque de 24.000 euros, "que no ha sido cobrado por ser devuelto por el banco al haber sido cancelada por el acusado la cuenta sobre la que debía cargarse". J. P. P., que ya ha pagado a su víctima la oportuna indemnización, iba a ser juzgado ayer, pero el juicio no se celebró al llegarse a un acuerdo sobre la condena, 1 año de prisión.