La Audiencia Provincial de Cáceres condena a dos ex militares a cuatro años, tres meses y un día de prisión por la paliza que le dieron a un hombre por la mala calidad de las droga que les había vendido, el cual murió días después "por causas distintas a los golpes que recibió" la noche del 9 de octubre de 2009, según la sentencia que recoge la agencia Efe.

El fallo considera que Israel David S.G., natural y vecino de Huelva, y Rafael A.S., natural de Madrid y domiciliado en Torrejón de Ardoz, cometieron un delito de lesiones con instrumento peligroso con el agravante de alevosía, en concurso medial con otro de allanamiento de morada.

Además del castigo de prisión, deberán indemnizar a los herederos de Juan Carlos P.B. por la cantidad que se determine en la ejecución de la sentencia en función de los días de hospitalización, curación y secuelas, además de las costas del juicio, incluidas las de la acusación particular.

La sentencia recoge que el jurado popular ha considerado probado que los dos acusados acudieron a la casa de Juan Carlos P.B., en el bloque C de la calle Ródano de Cáceres, por la mala calidad de la droga que les había vendido, para que les devolviera el dinero o les diera droga buena.

Allí llegaron en taxi con otros dos militares que desconocían dónde iba y a qué, a las 4.30 de la madrugada.

Los acusados golpearon la puerta de entrada de la vivienda, tiraron algunos muebles y, con el palo que portaban, tanto uno como otros le golpearon reiteradamente.

La víctima, que estaba en la cama, no pudo prever el ataque ni defenderse del mismo, según el jurado.

Fruto de la paliza sufrió una herida inciso contusa de cuatro centímetros en la región frontociliar derecha y otra inciso contusa en el pabellón auricular derecho, además de cuatro hematomas en distintas partes del cuerpo.

El hombre, en fase terminal del virus del VIH, falleció nueve días después de la paliza por causas distintas a estas heridas, según el fallo, aunque que el Ministerio Fiscal y la acusación particular de la familia defendieron que los acusados habían cometido un delito de asesinato, por el que pidieron 18 y 22 años de prisión, respectivamente.

La defensa pidió la libre absolución.