Los dos arquitectos y tres aparejadores que actuaron como técnicos en la construcción del Residencial San Ignacio de Cáceres, promovida por la constructora Progemisa, son también responsables de las deficiencias detectadas en estas viviendas. Así lo ha resuelto la Sección Primera de la Audiencia Provincial, al desestimar el recurso de apelación que los citados técnicos interpusieron contra la sentencia del Juzgado número 5.

La comunidad de propietarios del residencial reclamó en su día ante el Juzgado a la constructora por distintas deficiencias. El juez estimó parcialmente la demanda y condenó a la constructora, arquitectos y aparejadores a subsanar de forma conjunta y solidaria los defectos advertidos. La constructora acató la sentencia, pero los técnicos recurrieron por estimar que no eran responsables, recurso que se ha desestimado.