La comisión de Urbanismo abordó ayer el contenido de un informe de los técnicos del ayuntamiento para rebajar las condiciones para la apertura de negocios que se destinen a actividades recreativas (cafeterías, bares, restaurantes...), además de otros como pastelerías, panaderías e incluso gimnasios. Se trata de suavizar las condiciones sobre el tamaño mínimo que debe tener el local y la distancia con otros establecimientos, unos requisitos que se exigen en el plan general de urbanismo y en la ordenanza sobre protección del medio ambiente en materia de ruidos.

Al contenido del informe se refirió ayer en rueda de prensa el concejal de Ciudadanos Antonio Ibarra, ya que el mismo parten de la moción presentada por C's al pleno ordinario del ayuntamiento del pasado julio. Esta propuesta se aprobó con los votos de los tres grupos municipales de la oposición (PSOE, Ciudadanos y CáceresTú). Los ediles del gobierno (PP) no la apoyaron al argumentar que a la moción le faltaba concreción, aunque en marzo presentó las modificaciones en el plan de urbanismo que iba a proponer en cumplimiento del acuerdo del pleno y que coinciden con las abordadas en la comisión celebrada ayer.

EL PLAN Ahora en el plan de urbanismo se obliga a que si se quiere abrir un negocio relacionado con actividades recreativas es necesario que el local tenga una superficie útil (espacio donde se reúnen los clientes) mínima, tamaño que va desde los 60 metros cuadrados que se exigen para cafeterías, bares o bodegas hasta los 1.000 para discotecas o locales con actuación musical.

Los técnicos del ayuntamiento plantean dos propuestas. La primera es reducir a la mitad la superficie mínima exigida para cada clase de actividad recreativa. La segunda es eliminar esta obligación del plan de urbanismo.

Por otro lado, el plan de urbanismo recoge lo que se establece en la ordenanza municipal de vibraciones y ruidos sobre la distancia que tiene que mediar entre nuevos negocios recreativos (cafés, bares, pubs, discotecas...) o de otras actividades de pública concurrencia (aquí entran también las panaderías, pastelerías, los gimnasios en los que se realicen actividades deportivas a ritmo de música o las tiendas que cuenten con un equipo de reproducción sonora). En la ordenanza se establecen excepciones para que esta limitación no afecte a los restaurantes y a los hoteles, ni tampoco a las actividades en edificios exclusivamente comerciales como las galerías.

LA PROPUESTA En el informe se propone que esta limitación no afecte ni a los gimnasios ni a las tiendas con música, además se plantea que para los bares, cafeterías, pastelerías, panaderías, confiterías, heladerías y similares la distancia mínima sea con carácter general de 25 metros, aunque la misma se podrá reducir siempre que a partir de ambos negocios se cumpla la distancia de 25 metros con otros.

La ordenanza es mucho más amplia, incluye otras excepciones además de zonas ambientalmente protegidas en las que no se pueden dar nuevas licencias. Los cambios que se están estudiando no afectan a estas zonas.

Ibarra precisó durante su intervención de ayer que no tienen sentido restricciones como que dos panaderías no puedan estar juntas. Los cambios en la ordenanza y en el plan de urbanismo que se están abordando no entrarían en vigor hasta 2017, dado que la variación de la normativa lleva un proceso de exposición pública con alegaciones.

El concejal de C's detalló que en la comisión de ayer se acordó agilizar la concesión de permisos para "los trabajos preparatorios" de las obras menores, como los de limpieza o demolición.

En otros asuntos, en la comisión se dictaminó el cambio de uso de una parcela de Vegas del Mocho para que tenga uso comercial y la concesión de licencia para un edificio de 2.350 metros cuadrados para usos asociados y complementarios de la explotación ganadera de reses bravas de la finca El Zalduendo.