Víctor Ortega emprenderá acciones judiciales contra Subus por el despido disciplinario que el lunes le comunicó la empresa, horas después de que explicara en este diario los problemas en su puesto, en el que lleva 22 años. El que hasta ese momento era conductor de la empresa concesionaria del servicio de autobús urbano, asesorado por su abogado, presentará una demanda ante el Juzgado de lo Social, con el fin de que sean las instancias judiciales quienes determinen si los motivos que Subus aduce en la carta de despido son constitutivos de una infracción grave, o si por el contrario, como entienden los demandantes, es un despido improcedente. "Será la empresa quien deba demostrar ante el juez que lo que manifiestan en la carta de despido es cierto", señaló el abogado, Vicente Vega.

Aunque la ley da un plazo de 20 días hábiles para interponer la demanda, Vega quiere hacerla llegar a más tardar a principios de diciembre. Además el trabajador y su abogado se dirigirán esta semana a las oficinas de Subus para entregar el material que le reclama la empresa (la uniformidad y un rotulador para detectar billetes falsos, entre otras cosas) y para firmar el finiquito.

Este diario se puso ayer en contacto con la empresa, que rechazó hacer ninguna declaración oficial. En todo caso, en la carta dirigida al trabajador motiva el despido disciplinario en "dos faltas muy graves y culpables de transgresión de la buena fe contractual, desobediencia a las instrucciones de la empresa, fraude y hurto en acto de servicio". Los hechos a los que se refiere son los que contó el propio Víctor Ortega en un artículo publicado en la edición del lunes 21 de noviembre en este diario. Se remontan al 25 de octubre, cuando en dos ocasiones un inspector pidió los billetes a dos pasajeros que iban en su vehículo de la línea 5 y no los tenían. Le acusan de apropiarse del dinero de esos billetes, 1,5 euros(0,75 cada uno).

El conductor y su abogado sostienen que "en ningún momento se quedó con dinero de tíquets" y dicen que si no entregó el billete fue porque no se dio cuenta o porque estaba atendiendo a otro pasajero.

Los sindicatos apoyan al trabajador despedido y mantienen la reunión prevista para para mañana jueves. "La situación es excesiva", señaló el presidente del comité de empresa, Víctor Serradilla. El representante sindical señaló que "se está depositando toda la responsabilidad en el conductor, cuando el reglamento dice claramente que el usuario está obligado a comprobar que se le ha entregado el tíquet y que debe conservarlo todo el trayecto". Serradilla mostró su disposición a colaborar con Víctor Ortega en todo lo que necesite y pueda contribuir a demostrar su inocencia.

El Ayuntamiento de Cáceres, titular del servicio de autobuses, manifestó que pedirá información a la empresa sobre las circunstancias del despido, aunque entiende que es un problema entre la empresa y el trabajador que deben dirimir entre ellos y los órganos competentes.

Si no hay acuerdo, cuando el caso llegue al Juzgado de lo Social serán citados para intentar alcanzar una solución previa al juicio que pondría fin al procedimiento. Si no se alcanza, se fijará fecha para la vista.

"Lo que pretendemos es que se anule la resolución sancionadora y que se califique el despido como despido improcedente, con el fin de que se readmita al trabajador", señaló el letrado.