Los trabajadores de la empresa Autobuses Urbanos del Sur (Busursa), concesionaria del servicio de transportes en la ciudad, no firmarán el convenio colectivo de este año hasta que no se compense a los conductores que realizan de jueves a sábado el trayecto nocturno al recinto ferial. El comité de empresa sostiene que los empleados temen por su integridad física y que reciben amenazas y zarandeos de algunos jóvenes que quieren evitar el pago del billete.

Los trabajadores subrayan que trabajan de once de la noche a seis de la mañana y exigen por ello 6 euros a la hora de compensación. El gerente de la empresa, Esteban de Miguel, dijo ayer que los trabajadores ya cobran la nocturnidad, pero los empleados le rebatieron afirmando que ese plus tradicionalmente se pagaba por trabajar una hora (de diez a once) y ahora se paga por trabajar siete horas. "Si las horas para trabajar de noche han aumentado, también debe hacerlo el plus", indicó Victoriano Campos, miembro del comité.

El problema que atraviesan los trabajadores de Busursa lo destapó ayer la portavoz socialista en el ayuntamiento, Carmen Heras, durante un encuentro de alcaldes cacereños que protagonizaron una comparecencia pública para tachar de insuficientes las ayudas decretadas por el Gobierno de Aznar para atender a las zonas afectadas por los incendios del pasado verano.

Heras apeló al consistorio para que solucionase el problema con la concesionaria. La portavoz dio a conocer el escrito que el comité, presidido por Antonio Serradilla, ha remitido al ayuntamiento cacereño informándole de la situación laboral que atraviesan actualmente los conductores cada fin de semana.

VOMITOS Y DINERO Los transportistas argumentan que la problemática ha empeorado desde que comenzó a celebrarse el botellón en el recinto ferial. El ayuntamiento decidió en ese momento establecer este servicio extraordinario. Los trabajadores dicen sentirse desde entonces "en una situación de absoluta inseguridad" y aseguran que el conductor "se enfrenta en solitario a una muchedumbre totalmente descontrolada", que debe pagar en metálico (no sirve el bonobús porque la tarifa aumenta de 0,60 a 0,80) así como el riesgo de accidentes o la frecuencia de vómitos dentro del autobús por la embriaguez de algunos jóvenes.

Esteban de Miguel dijo que el aumento salarial solicitado por los trabajadores sólo podría producirse si el ayuntamiento lo acepta y anunció que existen conversaciones con el gobierno municipal. Busursa cuenta con 95 trabajadores y 87 de ellos son conductores de autobús.