Los usuarios ya pueden alcanzar los 80 kilómetros/hora en la ronda norte sin riesgo de ganarse una multa, salvo en las zonas de velocidad limitada por la proximidad de accesos y rotondas. Dos años y tres meses después de su inauguración, el ayuntamiento acaba de sustituir las señales de 50 km/h y desde el fin de semana se permite transitar con mayor celeridad por esta vía urbana de 6,3 kilómetros, construida con el propósito de aliviar la saturación de las calles céntricas que enlazan con el norte y con el oeste de la capital.

Precisamente, la resistencia de los conductores a utilizar la nueva ronda por su limitación de velocidad, que para muchos no compensaba el rodeo de su trazado, animó en octubre a la Comisión de Tráfico a aumentar el límite a 80 km/h, que acaba de materializarse con la instalación de las nuevas señales por parte de Conyser, concesionaria del servicio. El ayuntamiento espera alcanzar así las previsiones de uso de la ronda. "Aunque se trata de una vía urbana, existe la posibilidad de aplicar este incremento para dar fluidez al tráfico, y hay que reconocer que a ciertas horas la densidad es aún baja. No tenía sentido mantener los 50 km/h porque no registra aglomeraciones y se encuentra en buen estado", explicó ayer el concejal de Tráfico, Santos Parra.

El edil espera que este cambio anime a más ciudadanos a tomar la ronda "para ir al campus o a otros puntos", lo que contribuiría a despejar el eje Virgen de Guadalupe-Hernán Cortés-Delicias y también reducirá la circulación por Mira al Río, de tránsito más lento al discurrir por el casco viejo, pese a su reforma. "Además era una modificación conveniente, porque casi todos los nuevos polígonos residenciales de Mejostilla están en marcha y cada vez transitarán más conductores por la zona. De hecho, son los habitantes de esta barriada y los trabajadores y usuarios de Capellanías los que más la están utilizando", indicó.

Sin embargo, el concejal no descarta que dentro de unos años la ronda pueda volver a marcar la limitación de 50 km/h, "cuando esté más integrada en el casco urbano y la densidad del tráfico haga prudente reducir de nuevo la velocidad, pero a largo plazo", matizó.