El presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, José María Macías, anunció ayer que las obras de la nueva presa de Cáceres podrían comenzar "como muy tarde a mediados o finales del año 2005".

La intención del máximo responsable de este organismo es sacar en septiembre a información pública el estudio de impacto ambiental de la presa, un trámite que consiste en exponer a los ciudadanos las diferentes soluciones técnicas que plantea la confederación para llevar a cabo esta actuación y que ahora está en fase de elaboración.

Macías explicó que este proceso podría durar cinco o seis meses, tras el que se optaría por la solución más adecuada que debe ser aprobada por el Ministerio de Medio Ambiente, responsable de establecer las medidas correctoras para luego poder elaborar el proyecto y adjudicar las obras.

PLAN ATRASADO Asimismo, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo reconoció ayer que las actuaciones previstas en el Plan Hidrológico Nacional para Cáceres van con "mucho retraso", entre las que se incluyen 48 depuradoras.

Por su parte, el alcalde, José María Saponi, aseguró ayer que si no se acelera la construcción de la nueva presa "la ciudad tendrá graves problemas de agua de aquí al 2010". También recordó que ha enviado una carta a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, "solicitándole la mayor atención posible para este proyecto por su importancia para Cáceres y los municipios de su entorno".