El consistorio ha iniciado el procedimiento de apremio, que es previo al embargo de cuentas, para el cobro de 28.362 recibos de las tasas e impuestos municipales no abonados en los periodos de pago voluntario. La deuda pendiente de ingresar por estos recibos asciende a 2.591.670,71 euros, de los que 2,1 son de principal y 431.393 euros de recargo. La relación con los titulares y la cantidad a satisfacer por cada concepto se publicó ayer en el boletín oficial de la provincia.

Es el segundo gran listado que aparece publicado, el anterior salió en marzo, con los recibos aún no pagados por los contribuyentes que no han podido ser localizados. Son deudas que no están prescritas porque su periodo de pago voluntario finalizó dentro de los últimos cuatro ejercicios.

En el listado publicado en marzo aparecían unos 24.000 recibos, la mayoría correspondientes a los años 2002 y 2003, por un importe superior a tres millones, de los que 2.538.000 eran de principal y medio millón del recargo. Muchos de los recibos de la relación publicada ayer corresponden a los ejercicios tributarios de los años 2000 y 2001.

RECAUDACION EJECUTIVA Con estos dos listados, que han ocupado 600 hojas, se completa la publicación de los recibos impagados y no prescritos anteriores al ejercicio del 2004. Son más de 50.000 recibos sin cobrar, a los que habría que sumar los correspondientes a los contribuyentes sí localizados que no han salido en el boletín. La cifra de morosos, que es de varios miles, es muy inferior a la de recibos, ya que la mayoría tiene más de una tasa o anualidad de un impuesto local sin abonar y hay algunos con más de una decena. En las relaciones de morosos publicadas aparecen nombres de particulares, empresas y sociedades.

La publicación de los dos listados, y de otros menores que salieron en el boletín en diciembre y enero, es resultado de la decisión del consistorio de reforzar el servicio de recaudación en vía ejecutiva, en el que está colaborando una unión de empresas participada por Tribugest con el objetivo de cobrar la mayoría de la deuda que no se ha ingresado.

Al apremio, que tiene un recargo de un 20% sobre el principal de la deuda, sigue el proceso de dictado de providencias ordenando que se embarguen bienes y derechos en cantidades suficientes para satisfacer el débito. El primer bien afectado por los embargos es el dinero en efectivo o de las cuentas bancarias. El consistorio ya ha iniciado el proceso para el embargo de cuentas, aunque, por ahora, son pocos casos, y la cifra irá en aumento en próximas semanas tras la publicación ayer del último de los listados de morosos.