La vecina de Las Trescientas Conchi Babiano, que se encuentra en silla de ruedas, está de enhorabuena. Su petición al consistorio finalmente ha sido atendida y, a lo largo de hoy y mañana, técnicos municipales de la Brigada de Obras finalizarán la rampa que ya está empezada, una demanda que esta vecina había solicitado en reiteradas ocasiones para que las escaleras que conectan su plaza con la avenida de Dulcinea no supongan un obstáculo en su día a día.

Conchi, que vive en el número 1 de la calle del Cerezo, perdió una pierna en julio del año pasado, cuando se la tuvieron que amputar a causa de una infección en el hueso, y solicitó la construcción de dos rampas: una en la puerta de su casa (a la que se accede por escaleras) y otra en el punto mencionado anteriormente. Dos obstáculos que Conchi ya tiene solucionados.