Los pliegos de condiciones del concurso de venta de una parcela municipal del R-66-B para la construcción de un colegio de Primaria y Secundaria están expuestos al público. Si no hay reclamaciones, se iniciará el proceso de licitación, que terminará con la compra del suelo para un centro escolar cuya ejecución no debe prolongarse más de veinte meses a partir del otorgamiento de la licencia, según el plazo máximo estimado de duración de las obras que marca el pliego técnico. Los primeros pasos para dotar de un colegio al sector B del R-66 se remontan a hace casi tres años, y será difícil que el nuevo centro esté terminado antes del curso 2004-2005.

El camino elegido para construir un colegio en el sector B del R-66 no es el más recto. En el polígono hay una parcela de 14.000 metros cuadrados de reserva docente, que es el lugar más indicado para el centro escolar. Pero la Consejería de Educación, a pesar de que la iniciativa privada está interesada en construir el colegio, no renuncia a su utilización, aunque tampoco da muestras de que vaya a presupuestar el centro escolar a medio plazo, algo difícil porque hay otras barriadas más necesitadas de nuevas plazas escolares.

El nuevo colegio se va a hacer en una parcela municipal seis veces más pequeña y que inicialmente era para una guardería, además el proceso administrativo para su enajenación no ha estado exento de polémica. La oposición es contraria a la venta porque el terreno no se ha ofrecido primero a la administración competente, la Consejería de Educación, y por considerar que esta parcela es inalienable por su condición de bien de dominio público.

El gobierno defiende la enajenación y el concurso porque el Ministerio de Educación y la Consejería de Bienestar Social manifestaron en su día que no iban a disponer del suelo, aunque ahora el terreno no se destinará a un equipamiento social, guardería, sino a su nueva calificación urbanística: equipamiento docente.

PRECEDENTES DE TRASLADOS

El ayuntamiento justifica el concurso para la venta de los 2.400 metros cuadrados de su parcela porque no se ha ejecutado ninguna dotación pública y porque tiene conocimiento de iniciativas para instalar un centro privado, interés que nunca ha ocultado la parroquia de San José para trasladar el colegio Nazaret, un cambio de ubicación que tiene precedentes: Licenciados Reunidos, María Auxiliadora, Giner de los Ríos y, a partir del próximo curso, el San Antonio.

En el pliego se especifica que el colegio tiene que estar en régimen de concierto educativo con la administración. El plazo para iniciar las obras, una vez resuelto el concurso y notificada la concesión de la licencia, es de tres meses, además se da un plazo de tres años, a partir de la formalización del contrato, para la entrada en funcionamiento del colegio.