La comisión local de Urbanismo respaldó ayer que se pueda actuar en el inmueble número 10 de la calle Pizarro, que es colindante a la Casa Grande. Para que el proyecto del complejo cultural Helga Alvear se pudiese ejecutar era necesario que esta casa quedase sin protección urbanística. Este centro cultural afecta tanto a la Casa Grande, que no se toca, como a la vivienda del número 10 de Pizarro, que se sustituirá. La comisión local desestimó la única alegación que se presentó, la de la dueña de la vivienda número 12 de Pizarro, un edificio que se destinará a hotel.

La comisión local de Urbanismo tenía que dictaminar ayer sobre la variación puntual del plan especial para que la vivienda del número 10 pasase de un nivel de protección ambiental singular a otro genérico. Este dictamen es el segundo visto bueno que recibe esta modificación, que ahora, una vez que se ha desestimado la alegación, será refrendado por el pleno de la corporación municipal y aprobado definitivamente por la Consejería de Fomento, ya que, además de la modificación del plan especial, esta operación necesita de una variación de las previsiones del Plan General Municipal (PGM) de urbanismo, un cambio que se puede meter en el nuevo plan que el consistorio enviará en unas semanas a la Junta para su aprobación.

El plan especial (normativa que regula las intervenciones urbanísticas dentro del casco viejo) da al número 10 de Pizarro una protección ambiental singular, lo que limita las intervenciones en el inmueble. Se trata de una edificación similar a la de otras casas de la calle Pizarro (arquitectura del Llano), una imagen que el plan especial preserva.

Además esta normativa dificulta que se introduzcan alteraciones que recorten el nivel de la protección de los edificios, incluso prohíbe variaciones en los edificios con unos niveles de conservación ambiental singular.

Pero tanto el fin que se persigue, facilitar la construcción del centro cultural ordenando todo el espacio entre las traseras de la Casa Grande y Camino Llano, como que el número 10 de Pizarro está en el borde del casco viejo incidieron ayer en que finalmente se dictamine a favor la modificación del plan especial, que deja esta casa con un nivel de protección que es genérico, lo que posibilitará su eliminación.

En el espacio que ahora ocupa el número 10 de la calle Pizarro, un solar que llega hasta Camino Llano, se completaría el proyecto del centro cultural Helga de Alvear y se habilitaría un pasaje de acceso al museo y a las traseras de la Casa Grande, que comunican Pizarro con Camino Llano.

En la alegación que se presentó a la modificación puntual se cuestiona la legalidad de cambiar la protección del número 10 de Pizarro y se advierte de que el derribo de esta casa afectará a la colindante, el número 12 de Pizarro, que se ha rehabilitado para albergar un hotel.

Esta advertencia que se hace en la alegación sí se ha tenido en cuenta, y en el proyecto de intervención en el solar del número 10 se tendrán que incorporar todas las medidas para no afectar a los edificios colindantes.

193 ALEGACIONES Por su parte, el plan general de urbanismo se tendrá que modificar porque se cambian los usos urbanísticos de una parte de los terrenos que están entre las calles Pizarro y Camino LLano, dado que ahora se destinan a utilidades como aparcamiento, locales comerciales, restaurantes o bares, y quedarán para equipamiento cultural. Este cambio se puede incorporar al nuevo plan general de urbanismo, que se enviará a la Junta en unas semanas para que se apruebe definitivamente tras el estudio de las alegaciones presentadas al documento y que suman 193, según se informó ayer en la comisión municipal de Urbanismo.