Es uno de los sectores clave en la economía cacereña y cuando estaba empezando a repuntar, comienza a perder cierto fuelle. Las estadísticas facilitadas por el Observatorio Industrial de la Construcción revelan que Cáceres registró 3.955 contratos en esta actividad durante el segundo trimestre de 2019, una cifra desde luego positiva, pero que cae más de un 10% respecto al mismo periodo del año anterior. Y esas tendencias son las que ponen sobre aviso al sector.

Por secciones de actividad, la construcción de edificios gana 2.143 contratos pero cae un 13% interanual; la ingeniería civil sube 213 y se deja un 18% en comparación con 2018; y las actividades de construcción especializada ganan 1.599 contrataciones pero se frenan un 5,3% en solo un año. En el total de Extremadura, el sector también crece a paso más lento, aunque los datos son más suaves que los de Cáceres: la comunidad formalizó 12.184 contratos en el segundo trimestre de 2019, con un descenso interanual del 1,4%.

Algunas ocupaciones pierden más fuerza que otras en Cáceres, como los propios albañiles, que ganan 1.077 contratos pero suponen un 14% menos que hace un año; o los peones de obras públicas, que suman 757 empleos, un 8% por debajo de 2018.

CRECIMIENTO LENTO / Aumentos más lentos que no obstante dejan cifras generales satisfactorias. La Construcción tenía el pasado mes de septiembre 11.324 afiliados a la Seguridad Social en Cáceres (alza del 4,2% en un año). El Régimen General sigue subiendo (suma 7.484 trabajadores, un 8% de aumento interanual), aunque los autónomos se desinflan un 2,3% hasta quedarse en 3.840. El número de empresas de la Construcción también crece un 2,2% en la provincia respecto a 2018, y alcanza las 1.435.

«Las afiliaciones del sector están marcando cifras muy satisfactorias en el total de Extremadura (subieron un 7,4% en septiembre y sumaron 26.198 trabajadores), y además con una circunstancia bastante positiva: ese aumento de mano de obra no solo va a nuevas empresas, sino a consolidar las ya existentes», explica Pedro Pérez Francés, gerente de la Fundación Laboral de la Construcción de Extremadura. De hecho, el sector firmaría para mantener los datos actuales de afiliación, empresas creadas, licitación, visados e hipotecas. Sin embargo, comienza a evidenciarse una desaceleración.

¿CUÁLES SON LAS RAZONES? / Efectivamente hay varias. Las grandes empresas cacereñas y extremeñas (ferrallas, estructuras...) se mantienen al calor de la importante actividad constructiva de otros puntos como Madrid y Levante. Mientras, las medianas y pequeñas deben permanecer en la región y se benefician de algunas subcontratas y trabajos de obra pública, que ha vivido una temporada excepcional al ser un año de elecciones, ya que las distintas instituciones han decidido ‘romper la hucha’. «En lugar de hacerlo solo cuando hay comicios, podrían distribuir las inversiones a lo largo del tiempo y mantener así la actividad y el empleo», reflexiona Pedro Pérez Francés.

Pero sobre todo, las empresas medianas y pequeñas dependen de la edificación de nuevas viviendas y de la reforma de inmuebles. Ambas actividades se están viendo frenadas por la inestabilidad internacional (guerra comercial, Brexit, previsiones de recesión del FMI...), que ha comenzado a frenar el gasto ciudadano, según explica Pedro Pérez Francés.

Tampoco ayuda la nueva normativa hipotecaria, que complica los préstamos de los bancos tanto a los particulares que quieren comprar o reformar un piso, como a las pequeñas empresas que necesitan un crédito para edificar viviendas. Y ello cuando en Cáceres la Construcción ha comenzado a resucitar pero aún no alcanza el pico de otras provincias.