La masiva edificación de nuevas viviendas llegó hace tres años a su fin. Tras soportar una caída espectacular en volumen de trabajo, la Construcción todavía se encuentra convaleciente pero ya comienza a tener claro por dónde debe enfocar su recuperación. Y la cura no es otra que las reformas y rehabilitaciones. Si en Europa esta actividad supone tradicionalmente un 30% o 40% del sector, en España, y por supuesto en Cáceres, sólo ha rozado el 11% en los últimos años. Pero un giro semejante deja a un buen número de trabajadores fuera del gremio, porque aumentan las exigencias y la necesidad de formación. Unicamente los albañiles que manejan varias disciplinas (cubiertas, alicatados...) y que están dispuestos a aprender continuamente las nuevas tendencias del mercado, tienen un futuro más o menos claro.

Así lo afirman los distintos profesionales del sector consultados por este diario. Entre ellos la Fundación Laboral de la Construcción en Extremadura --formada por patronal y sindicatos--, que trabaja desde hace veinte años para facilitar a empresas y trabajadores los recursos que hagan posible una actividad más profesional y capacitada. Según los datos que baraja, el número de ocupados en la Construcción en Cáceres estaría en torno a los 10.500, y el de desempleados alrededor de 5.100. Si se suman los parados de larga duración atribuibles al sector de forma real, habría 8.000 con necesidad de reconvertir o ampliar sus competencias para reinsertarse en este gremio o en industrias afines.

QUE LA ENERGIA NO ESCAPE Y aunque existe la convicción general de que no todos volverán a tener cabida en el sector (la Construcción ha supuesto un 15% de la población activa española, y lo lógico es que se consolide en torno a un 5%-7%), tanto la fundación como los sindicatos y los propios empresarios ya saben dónde está el futuro: en las reformas. Dentro de ellas, la primera baza es la eficiencia energética. La UE obliga a que todas las viviendas nueva, en venta o alquiler tengan su etiqueta energética (mayor cuanto más aisladas estén). También impone otras medidas como la regulación de las calefacciones centrales en los edificios. Todo ello, unido a la escalada del precio del combustible y la electricidad, comienza a incentivar las mejoras en las viviendas (cubiertas, fachadas, ventanas, energías alternativas...). También llegan las primeras ayudas públicas.

"La eficiencia energética es una expectativa clara de rehabilitación. Nuestro parking de vivienda, muy amplio, está bastante por detrás de otros países", señala Pedro Pérez Francés, gerente de la Fundación Laboral de la Construcción en Extremadura.

Otra baza para el futuro del sector es la mejora de la accesibilidad. "Cáceres tiene una población incluso más envejecida que Badajoz, en algunos municipios el promedio está en 50 años. Cada vez se harán más necesarias las adaptaciones: supresión de escalones, baños sin peligro, puertas anchas para sillas de ruedas y andadores, muebles de cocina a una altura asequible, ascensores, rampas, el propio urbanismo...", explica el gerente, recordando que dentro de veinte años "un 30% de los extremeños serán personas mayores".

Pero la rehabilitación incluye, según Pedro Pérez Francés, otras "etiquetas" que se adivinan también como yacimientos de trabajo: seguridad de los inmuebles (contra el fuego, inundaciones, viento...), confort (acústico, térmico, renovación del aire...), preservación del patrimonio artístico e histórico, y la sostenibilidad (reducir la huella de la edificación en el entorno, muy interesante en Extremadura para poner en valor su riqueza natural).

Ahora bien, todavía son contados los buenos rehabilitadores porque no se tiene la experiencia de Europa. "Además, el trabajador de la Construcción generalmente ha llegado desde otros sectores, salvo un 5% que proviene de la formación profesional reglada en contadas especialidades", explica el responsable de la Fundación Laboral. Otros sí que han realizado funciones especializadas de forma intensiva, pero no han optado a un certificado de profesionalidad. En realidad, la calidad y la competitividad no han sido los objetivos de la edificación en los años de bonanza.

Por ello, la formación se considera ahora esencial. La Fundación Laboral ofrece diversos cursos de rehabilitación y eficiencia energética, con certificados de distintos niveles ('www.cursosenconstruccion.com'). Hay mucho que aprender: llega la 'construcción seca', basada en prefabricados a todos los niveles, también se imponen nuevas técnicas de rehabilitación, aislamientos, cimentaciones especiales, instalaciones energéticas, domótica...

Los sindicatos tienen el mismo concepto y orientan sus cursos a sabiendas de que el futuro del sector está en las reformas y en los operarios polivalentes. "Ahora el mercado no da prioridad al trabajador que es un artista en su especialidad, sino al que se defiende bien con varias tareas, e incluso maneja la grúa porque tiene carnet", subraya Jacinto Mellado, secretario de Comunicación de la Federación de Construcción, Maderas y Afines de CCOO en Extremadura, y vicepresidente de la Fundación Laboral.

UNOS SIGUEN, OTROS NO... De hecho, la crisis ha supuesto una criba lógica en el sector, de modo que siguen adelante los más habilidosos. Para ellos, CCOO ofrece distintos programas formativos que los convierten en multidisciplinares. "Y por esa misma razón no podemos entrar en trampas y engaños, tenemos que ser claros y dar a las personas una respuesta eficaz. No todos tendrán cabida de nuevo en la Construcción, y hay que formarlos para que encuentren oportunidades en otros trabajos", explica Mellado, consciente de que el gremio estaba sobredimensionado. Quienes no se defiendan a la altura que el sector exige ahora, también encuentran en CCOO cursos de vigilante de seguridad, conducción u hostelería, entre otros.

Pero faltan fondos públicos. "La reconversión claramente necesaria no se está llevando a cabo de ninguna manera que sepamos, y este retraso lastrará nuestro futuro desarrollo económico, tanto en Construcción como en industria y afines", lamenta el gerente de la Fundación Laboral. De hecho, la totalidad de los 1.839 alumnos que han realizado cursos en el presente año en esta fundación lo han hecho a través de la modalidad bonificada y privada, o bien con fondos propios de la misma.

En su camino futuro, la Construcción también se apoyará en la obra civil, sobre todo porque Extremadura aún necesita infraestructuras (carreteras, vías férreas...) y mantener las existentes. Pero sin duda, el grueso de la mano de obra espera la recuperación del sector por la vía de las reformas. Sin embargo, igual que ocurre con la formación, la ausencia de ventajas fiscales y de disponibilidad de fondos para empresas y promotores lastran de momento las rehabilitaciones. A ello hay que añadir, según la Fundación Laboral y los propios autónomos, la falta de control del trabajo no declarado y de la competencia desleal, que campa a sus anchas y afecta a quienes cumplen con la legalidad en tiempos tan difíciles.