Felipe VI ha abierto este lunes la tercera ronda de contactos con los líderes políticos con la casi absoluta certeza de que ninguno podrá optar a la investidura para ser presidente del Gobierno. Será a esos efectos una sucesión de entrevistas estériles que conducirán a la convocatoria de elecciones para el próximo 26 de junio.

El Rey desearía que los líderes políticos le dijeran algo distinto a lo que la realidad política española evidencia. Don Felipe, al final de las conversaciones con todos ellos, habrá pensado: "Para esto no se necesitaban alforjas", "era mejor no haber perdido el tiempo", ya que todo sigue igual, por no decir peor.

Todos ellos han acudido a la cita sin nada nuevo que decir y además ninguno lo ha hecho con rubor en la cara, no le han hablado del ridículo sufrido por España y que se refleja en la prensa extranjera. Después de unas elecciones ganadas por el PP, ningún respeto mereció el ganador y ningún respaldo, que es lo que sucede en todos los países democráticos de Europa.

Rajoy , como líder del primer grupo de la Cámara, ha recibido el no por respuesta cuando intentó reunirse con el socialista Sánchez , por lo que el primer responsable de intentar formar un gobierno, tuvo que desistir de mas reuniones con aquellos que son líderes de partidos constitucionalistas. Durante cuatro meses el "no es no" de Sánchez era un escudo a no franquear, y Rivera , al parecer había elegido una alianza con el socialista. Entonces Rajoy , ¿para qué y con quién podía pactar?.

Sánchez , con sus 90 diputados, no admitía al PP y ya digo, al parecer se había comprometido con Rivera en un pacto insuficiente de mayorías. Al Rey le respondió con toda seguridad "¡De eso ni hablar, Majestad, con el PP no!" Le habrá dicho que ha intentado toda clase de combinaciones, pero siempre con dos requisitos irrenunciables: fuera el PP y de Presidente sólo él, que es la justificación de sus pretensiones en esta crisis.

XES CIERTOx que esto es un fracaso colectivo, pero de unos más que de otros .Cuando la ambición personal se antepone, es difícil lograr que quienes son los más importantes se supediten a formar un gobierno, aunque como es el caso, entre los dos tengan más del 60% de los diputados. Los minoritarios no bastan, son pocos. De otra parte, Podemos y Ciudadanos no han ofrecido una esperanza novedosa, la por ellos denominada "nueva política" no les hace mejores ni es tan nueva.

Rivera a última hora y queriendo ser el protagonista del "medio" o"mediador" ha sugerido la búsqueda de un presidente de consenso, que ahora es una propuesta a destiempo y que más parece un truco oportunista que una solución eficaz, un penúltimo salto en el "circo español" al que estamos asistiendo los españoles, y que tanto eco está teniendo en la prensa extranjera. Sus objetivos tácticos son evidentes, constituyen una trampa a los pies de Rajoy y de Sánchez porque va a favor de la corriente que a muchos de buena fe les parecerá bien, y pensarán que es una propuesta razonable para salir del atasco.

Pero no hay que olvidar que ello sería un fracaso estrepitoso de la democracia que tenemos y que ya tiene más de treinta años, demostrando la ineficacia política de haber intentado unirse los afines en la intención de formar un gobierno con fortaleza para la toma de decisiones.