Contenedores bajo tierra. Esta es una de las alternativas que muchas ciudades de la geografía nacional están adoptando para mejorar la estética de sus zonas turísticas. Entre las virtudes que advierten los expertos sobre este tipo de instalaciones, aparte de la estética, se encuentran la higiene, ya que los residuos no se encuentran expuestos al sol y esto evita que se descompongan con más facilidad, y la seguridad, debido a que al encontrarse fuera de la vista y encajados en el pavimento no pueden ser objeto de actos vandálicos.

En el caso de la capital cacereña, un ejemplo de este tipo de contenedores se encuentra en la plaza de Santiago. Se instalaron en 2008 dentro de una experiencia piloto que se llevó a cabo en Cáceres, sustituyeron a unos que se instalaron en 1995 y costaron 18.000 euros. También se instalaron en otros puntos de la ciudad pero al tiempo fueron retirados tras generar cierto debate debido a que su capacidad no permitía un gran volumen de residuos y las bolsas se acumulaban fuera y generaban un impacto visual negativo.

Ahora, de nuevo, la asociación de propietarios de apartamentos turísticos de Extremadura (Aptuex) pide recuperar esta opción dentro de las propuestas a los presupuestos participativos. De este modo se lo trasladó la presidenta María Fernández al concejal Jorge Villar este lunes en una reunión que mantuvo sobre el sector. «Sería muy bueno para que no haya contenedores a la vista para que la estética sea más acorde ya no solo para el turismo si no para los propios vecinos», pone de manifiesto.