La Ampa de Proa, centro en el que son asistidos chicos con problemas de discapacidades físicas y psíquicas, se muestra especialmente preocupada por los continuos robos que sufren. Según la presidenta de la Ampa los rateros entran en el centro una decena de veces al año "además, y esto es grave, a plena luz del día".

En los robos hasta ahora sufridos, el último el pasado 8 de febrero, los autores "se llevan de todo, desde ordenadores a radiocassettes, televisiones e incluso ropa y objetos de uso personal de los internos". Ahora confían en que la medida que ha anunciado el alcalde, cámara de vigilancia y alarma, acabe con este problema.