TEtn las últimas semanas han circulado rumores acerca de la causa del esguince de tobillo de nuestra alcaldesa. La oposición, que siempre piensa en lo peor, aseguró: "¡Claro, como siempre está metiendo la pata!". Los antisistema eran más precisos y aventuraban: "Habrá metido la pata en un hoyo del campo de golf". Las almas piadosas deseaban creer que había tropezado cuando subía a la Montaña. Pues nada de eso.

Durante años fue perseguidora de socialistas y pertinaz opositora de las decisiones del gobierno local. Proponían una empresa para la concesión del agua, ella proponía otra. Elegían un lugar para un aparcamiento subterráneo y ella prefería otro. Se intentaba incoar un expediente a un funcionario, ella le proponía para la medalla de la orden civil y militar. Pues ahora defiende lo que antes perseguía. O sea, que se ha convertido y ya se sabe que la gente de derechas cuando se convierte se les aparece alguien y se caen de un caballo. No sabemos si se le apareció San Mariano o un simple monaguillo, pero se cayó, lo cual suele traer malas consecuencias. En este caso solo ha sido un esguince ya que para evitar males mayores se ha apresurado a decir que "el parking de Virgen de Guadalupe se hará también". Porque ese aparcamiento es el que quieren los que tienen que decir dónde y cómo se construyen los aparcamientos.