Conyser ha comenzado la sustitución de los viejos contenedores subterráneos de la plaza de Santiago y la calle Olmos por envases más modernos, fiables y con mayor capacidad. Estos contenedores, que cuestan 30.000 euros cada uno, se colocarán a modo de prueba, "si funcionan, se extenderán a otras zonas donde existen sistemas soterrados", según explicó el director de Operaciones de la empresa concesionaria, Jesús Morán.

Los nuevos contenedores disponen de estructuras más estéticas y funcionan con un sistema hidráulico en vez de batería, por lo que aporta más fiabilidad. Asimismo, son más robustos y facilitan el enganche con el camión para el vaciado, por lo que se gana en rapidez.

Cada envase --se pondrán cuatro por cada punto de limpieza-- tiene una capacidad de 2.300 litros, mientras que los antiguos de solo 800 litros. Están fabricados en acero galvanizado y la tapa en acero inoxidable. Incluso la labores de limpieza son "mucho menos complicado", aseguró el responsable de Conyser.

Cáceres fue hace 12 años la segunda ciudad española en soterrar los contenedores de basura, de ahí la antigüedad de estos mecanismos. Los de la plaza de Santiago fueron los primeros que se instalaron.

El nuevo modelo, que distribuye la empresa Equinord, está "muy probado" en muchas ciudades de España, pero aún así la intención de Conyser es de someter su funcionamiento a prueba en estos dos puntos antes de que se instalen en otras zonas de la ciudad. La empresa espera que la próxima semana puedan estar en funcionamiento en Santiago. La sustitución de los contenedores soterrados se incluye en las condiciones de la renovación de la concesión del servicio de limpiezas a Conyser.