Los vecinos de la ciudad monumental se sienten marginados y olvidados por el ayuntamiento. Creemos que se nos ve como un monumento más, o ni tan siquiera eso. Son muchos los problemas que seguimos sufriendo: el botellón --suciedad, orines y ruidos--, los pocos jardines que están abandonados --plaza del Socorro, Conde de Canilleros--, los empedrados de muchas calles que están en mal estado y que se agravan por el riego de alta presión. Sabemos cuando empiezan, pero no acaban, las obras en algunas calles, como la plaza de Santa Clara, y las averías que aquí se eternizan.

Consideramos lógico los cortes de tráfico, pero pedimos que se avise con tiempo y se dé alguna alternativa cuando se celebre algún evento. Los problemas han sido denunciados. Queremos un trato más humano. Somos el alma de la ciudad monumental y el corazón de Cáceres.