Hay regresos esperados y el de Rosario Cordero es uno de ellos. La presidenta de diputación volvió a ocupar este lunes su despacho en el palacio provincial después de estar alejada de la vida política desde el pasado año por un cáncer. Fue el comité provincial del partido socialista el que avanzó su vuelta días después de que el boletín oficial anunciara la prórroga de Carlos Carlos al frente de la institución hasta marzo.

En todo este tiempo en el que ha tenido que hacer frente a la enfermedad, anota que ha mantenido dos ilusiones: «volver al ayuntamiento», al de su pueblo, Romangordo, la localidad que gobierna con mayoría absoluta desde hace años, y «volver a la diputación», que preside desde 2015. Después de cuatro meses apartada de la actividad política regresa, con «ilusión, con ánimo y con mucha fuerza para trabajar por mi provincia y mi pueblo».

Así, este lunes Cordero retomó sus funciones en la institución provincial y lo hizo desbordada por el apoyo de compañeros y conocidos. Ya desde primera hora de la mañana quiso dejarlo constancia en redes sociales de su gratitud en un texto en el que reconoció el respaldo de su familia y de diputación y alabó la labor de Carlos Carlos como presidente en funciones de diputación y de Evaristo al timón de la alcaldía. Hizo extensible también este agradecimiento a alcaldes y alcaldesas, a los médicos, al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, a los trabajadores de la institución y a los medios de comunicación «por el respeto» informativo. «A tantas y tantas personas que han estado pendiente de mí, de todos los lugares, también del otro lado del charco y de una forma muy especial a mi gente de mi pueblo, gracias y un abrazo muy grande a cada uno de vosotros y vosotras», puso de relieve en su muro de Facebook. En declaraciones a este diario, volvió a reiterar su agradecimiento por el «cariño» y el «ánimo» que ha recibido en «estos meses tan duros» y destacó que se ha sentido «arropada por todos». «Estos gestos hacen que volver a la vida normal sea más fácil», apostilló.

Su regreso este lunes a la actividad tampoco estuvo exento de reconocimiento. La presidenta fue recibida a su llegada a la institución provincial por representantes del partido socialista a nivel provincial y por el personal de diputación, que quisieron manifestaron sus muestras de afecto a las puertas del edificio inmediatamente después de que Cordero bajara del coche oficial en Santa María. Fue una mañana de gestos, bien presenciales de trabajadores de la casa, o virtuales, de personas cercanas que le hicieron llegar un mensaje aplaudiendo su incorporación a la cámara provincial. «Tengo esto lleno de ramos de flores», anotó. Aunque de momento no hay fecha en la que reaparecerá de forma pública ante los medios, ya se incorporó a sus funciones en el despacho y mantuvo un encuentro con el hasta ahora presidente Carlos Carlos para abordar los asuntos de la institución.

Aún emocionada por la calurosa bienvenida, destacó que «hay un antes y un después» en esta enfermedad y que en este tiempo ha tomado consciencia sobre el valor de la «familia» y las «prioridades de vida». «Cuando te encuentras en una situación así tienes momentos en los que piensas que no vas a volver, te das cuenta de que lo más importante es la salud aunque a veces demos prioridad a otras cosas, te das cuenta de que solo se vive una vez», pone de manifiesto.

Al margen del recibimiento en el palacio provincial fueron numerosos los nombres de la política local y provincial los que manifestaron este lunes de forma pública su «alegría» por la reincorporación de Cordero a la esfera política. Entre ellos, el presidente provincial de los socialistas, Miguel Ángel Morales, que destacó que «la mejor forma posible de empezar una buena mañana es acompañar a Charo en su regreso». «Recuperamos a Charo, una gran persona y una extraordinaria política», sentenció el alcalde de Cáceres, Luis Salaya.