La diócesis de Coria-Cáceres ha creado una oficina para la recepción y tramitación de denuncias de posibles abusos sexuales, que será competente ante toda persona que desarrolle una labor dentro de la diócesis, tanto clérigos como religiosos y laicos.

El administrador diocesano, Diego Zambrano, ha sido el encargado de firmar el decreto por el que se instituye esta oficina, con sede en el obispado y en relación con las otras oficinas de la provincia eclesiástica, es decir Mérida-Badajoz y Plasencia.

Estará compuesta por el sacerdote diocesano Ramón de la Trinidad Piñero Mariño junto con varios expertos en materia jurídica, psicológica y familiar, según ha expuesto la diócesis de Coria-Cáceres en su página web.

Todo se realiza en cumplimiento de las indicaciones del Papa Francisco en el motu proprio ‘Vos estis lux mundi’, del 7 de mayo de 2019, recogidas por la Conferencia Episcopal Española en su asamblea plenaria de noviembre.

Se trata de un «sistema estable y fácilmente accesible», como pide el motu proprio, para presentar los informes referidos a abusos sexuales en el seno de la Iglesia, considerando que la protección de menores y personas en situación de debilidad es una «prioridad para esta iglesia diocesana».

Diego Zambrano estará al frente de la diócesis hasta que se designe a un nuevo obispo. El colegio de consultores le designó hace quince días como administrador diocesano.