El Corral de las Cigüeñas retoma el próximo viernes los conciertos tras descubrir que la licencia original de este establecimiento, que data de 1971, le autoriza para acoger "una pista de baile y actuaciones en vivo". El local, que ha estado funcionando como bar, tiene previsto ofrecer música en directo todos los viernes del mes de julio tras mantener suspendida la programación desde hace un año por denuncias al carecer de permiso.

Según explicó ayer Luis García, responsable de El Corral, el hallazgo se produjo tras consultar a los antiguos propietarios si tenían documentación sobre el permiso de apertura. García, que dijo desconocer la existencia de esta licencia de 1971 hasta que se lo comunicaron, explicó que la autorización, concedida aquel año por el antiguo Gobierno Civil de Cáceres, había supuesto que el local funcionara inicialmente como "un tablao flamenco" y estuviera "autorizado para espectáculos en vivo".

Tras consultar con la sección de Actividades del ayuntamiento y la Asociación Empresarial Cacereña de Hostelería y Turismo (AECAHTUR), García aseguró ayer que esta licencia sigue vigente y no ha sido revocada, por lo que le permite programar conciertos en el local. La antigüedad de la autorización hace incluso que ésta no figure en el expediente en poder del ayuntamiento al haber sido una competencia anterior de los gobiernos civiles. "Me han dicho que es válida", concluyó el hostelero.

VUELTA A LOS CIRCUITOS La recuperación de los conciertos permitirá que uno de los locales que más ha apostado por la música en directo en los últimos años pueda volver a los circuitos nacionales. La suspensión en septiembre del 2007 de las actuaciones del festival Cáceres Pop Art provocó que El Corral de las Cigüeñas se quedara fuera en otoño pasado, por iniciativa propia y ante el temor a nuevas denuncias, de la programación Artistas en ruta , con grupos y artistas de gira por salas de ciudades españolas. La policía local ha confirmado que las denuncias provenían de la sala Aldana, situada en la misma calle que El Corral y cerrada desde noviembre del 2006 tras la denuncia por ruidos de una vecina y carecer también de licencia para ofrecer conciertos.

Aunque García no hizo alusión alguna ayer a Aldana, apuntó que teme que haya nuevas denuncias cuando se reanuden los conciertos. "Estoy seguro de que van volver a denunciarme", afirmó sin dar nombres e intentando eludir cualquier polémica con otros hosteleros.

El hallazgo de la licencia de 1971 también se incorporará a las alegaciones que El Corral tiene que presentar por las denuncias que recibió en junio del año pasado en un concierto de Moncho Alpuente y en otro del festival Cáceres Pop Art en septiembre. Las dos únicas actuaciones que acogió posteriormente contaron con un permiso especial de la Junta, uno para la fiesta de los premios San Pancracio´s y otro para el festival Extremeña Sonora, ambos a cargo del grupo Spanglish. Los programados por los premios de Avuelapluma no llegaron a celebrarse.