Vuelve a Cáceres cinco años después de su último concierto en el Auditorio. Roberto Fidel Ernesto Sorokin, Coti en el escenario, mostrará el domingo en el Gran Teatro (20.30) su lado más desconocido con un concierto de la gira de Cadena 100.

--¿Qué ha pasado en su vida en todo este tiempo?

--Ya tocaba volver. Pasaron discos, canciones y un montón de viajes y conciertos. Tengo más experiencia y camino recorrido. Estoy muy feliz con lo que he hecho y lo volvería a hacer.

--Viene en formato acústico. ¿Tiene nostalgia de los pequeños escenarios?

--Quiero mostrar la cara más íntima y real de mis canciones. Es una vuelta a la esencia. Extrañaba tener al público cerca y atento y la libertad e improvisación después de muchos conciertos en recintos grandes.

--Asegura que mostrará la cara b de sus canciones. ¿Tanto pueden cambiar?

--Es como una desnudez total en los arreglos de las canciones, mucho más sencillo. Trato de mostrar mi lado esencial. --¿Qué se puede hacer al día siguiente del éxito?

--No lo hay. El éxito es una sensación subjetiva. No es un diploma que se recibe ni un premio. Lo sentí el día que pude grabar un disco con mis canciones. Ese fue el éxito para mí. No creo en él.

--A punto de cumplir los 37, ¿qué le ilusiona?

--Componer mi mejor canción. En la creación siempre se puede hacer algo maravilloso. Me ilusiona tener 37 años y estar en los escenarios y tener 80 y seguir en ellos siempre que tenga ganas.

--¿Qué ve en la calle?

--De todo. Cosas que me gustan y otras que no. Intento tener esa rebeldía de cambiar lo que me no me gusta como la injusticia, la falta de sensibilidad, el consumismo o el poco valor que se le da a los verdaderos valores, los espirituales y artísticos. Me preocupan las nuevas generaciones, criadas a base de videojuegos y televisión. No me gusta nada.

--¿Qué canta a sus cuatro hijos?

--Han nacido con un padre músico. Estoy acostumbrado a componer en medio del caos y el griterío en mi casa. Son los primeros que escuchan mis nuevas canciones. Pruebo con ellos a ver cuál tiene más o menos gancho.

--¿Qué no se sabe de usted?

--Muchas cosas. Me siento un músico muy dúctil a la hora de escribir y muy representado por un montón de músicos. Mi música está teñida de muchas otras. Es una gira diseñada para mostrar lo que no se sabe de mí.

--¿A quién admira?

--Al Che Guevara, Lennon, Harrison, Dylan, Neil Young o Atahualpa Yupanki.

--A los 50, ¿dónde le veremos?

--Ojalá que esté disfrutando a tope. A mi encantaría para esa época pasarme una buena temporada en una casa frente al mar.