El facultativo le dejó claro en abril que su problema estaba en esperar que de algún modo le fuera compensado emocionalmente el agravio de haber sufrido malos tratos durante cinco años. Las condenas penales no lo amortiguarían. Entonces, la cacereña Sandra Borrella se dio cuenta de que la solución pasaba por sus manos, que debía resarcirse ella misma. Con 43 años acaba de crear un proyecto empresarial de carácter social, ‘Pretty Me’, orientado a dar trabajo a víctimas de violencia de género.

Su presentación se celebró ayer en el Embarcadero, arropada por autoridades municipales. Se trata de un centro de estética con servicios de maquillaje, pedicura, manicura, limpiezas faciales, depilación unisex, etc..., que abrirá en el número 21 de la calle Gómez Becerra el próximo 15 de diciembre, y que ya tiene tres empleadas.

Además, ha lanzado la primera línea itinerante, denominada ‘En tu casa o en la mía’, que visita zonas rurales con riesgo de despoblación y servicios limitados, donde desarrolla modelos ecológicos para generar menos impacto.