«Hay hartazgo», lo admite el concejal de Seguridad Ciudadana, Andrés Licerán. «Aumenta la picaresca por salir de casa», reconoce después de interpretar los datos que siguen revelando cómo el número de denuncias por burlar el estado de alarma crece en Cáceres. La ansiedad y el estrés está provocando que ya se contabilicen «multirreincidentes», como los definió el edil.

Según el ayuntamiento, solo la policía local interpuso el lunes 20 denuncias: siete a personas por encontrarse en la vía pública sin causa justificada, y 13 por desplazarse en vehículo trasladando a otros vecinos también sin causa justificada o sin poder justificar su desplazamiento, con el agravante de que algunos de ellos habían sido ya multados en diversas ocasiones. De hecho, a uno de ellos, al ser la quinta denuncia, se le propondrá para una multa por un presunto delito de orden público, que se tramitará por la vía penal. Fueron controladas 184 personas y 373 vehículos.

Además, la policía tuvo conocimiento de que había un hombre en una terraza dando voces y tirando objetos a la vía pública, «ropa y cosas de su casa», detalló Licerán. Junto con el Cuerpo Nacional de Policía se intentó dialogar con él pero siguió lanzando pertenencias a los agentes. Los mandos nacionales consiguieron abrir la puerta, y una vez reducido se requirieron los servicios sanitarios que lo trasladaron a la Unidad de Psiquiatría del Hospital San Pedro de Alcántara. «No podemos determinar si fue el estrés por confinamiento lo que provocó esta acción», aclaró el responsable municipal.

Asimismo se atendieron varias llamadas por ruidos y molestias a la convivencia, todas ellas solucionadas. El confinamiento, es evidente, comienza a hacer mella entre los cacereños y en muchos casos el elevado sonido de los aparatos de música, especialmente a partir de las ocho de la tarde genera estrés entre muchos vecinos enfermos o trabajadores que tienen turno de noche, sobre todo los que están en los hospitales.

Esto se produjo en una jornada en la que la actualidad puso de nuevo el foco en los centros de mayores. El día 17 fue la última vez que la Brigada Extremadura XI pisó Cáceres, lo hizo para desinfectar por segunda vez la Residencia Asistida. Ayer, cinco días después, el ejército de tierra desembarcó en la capital para realizar tareas de limpieza. Se centrará en la residencia Ciudad Jardín y en Feafes.

Por otro lado, el Instituto Municipal de Asuntos Sociales recibió en la jornada del martes 84 llamadas, con una media de 28 en cada uno de los teléfonos habilitados, y se realizaron derivaciones y trámites para ayudas sociales urgentes y renta garantizada al Sepe, Sexpe, al programa Gamer de Cruz Roja, Fundación Atenea, al programa Gamer de Educación, al Banco de Alimentos y contactos con personal técnico de vivienda de la Junta de Extremadura para conocer los plazos de ayudas al alquiler.

Asimismo, se tramitaron 27 ayudas por un importe de 12.471 euros, en concepto de alimentos, alquiler de la vivienda habitual y gastos de la vida diaria, y 1 ayuda para productos farmacéuticos. Sin duda, la brecha social del coronavirus no deja de sangrar y afecta ya muy de lleno a la clase media.