Demostrar que el crimen de la Madrila fue un asesinato, como mantienen tanto el fiscal como el abogado de la familia del fallecido, o un homicidio, tesis que defiende la defensa del acusado, será la clave central del juicio que se celebrará hoy en la Audiencia contra Alejandro Martín Niño, autor de los disparos que en la madrugada del Día de Reyes del 2005 acabaron con la vida del joven estudiante de Derecho Alejandro Clemente.

La acusación particular, ejercida por la familia, imputa al acusado un delito de asesinato, y pide para él la pena máxima, 20 años de prisión. Su abogado, Angel Luis Aparicio, intentará hoy demostrar en el juicio que el acusado "actuó con alevosía, sin dar oportunidad de defensa a la víctima y en una total y absoluta superioridad". Así lo indicó ayer a EL PERIODICO, mostrando al mismo tiempo su consideración de que así se estimará, "pues tal y como se produjo el hecho, disparando dos tiros a la víctima, desde una distancia de ocho metros y sin dar oportunidad de defensa, no cabe duda de que fue alevoso, y además súbito y sorpresivo, inesperado".

La defensa, por su parte, tratará de demostrar que fue un homicidio, que en la actuación de Alejandro Martín Niño no hubo alevosía. Su abogado, Juan José Moreno Iglesias, lo ve posible, pues según señaló ayer a este diario "hubo amenazas y advertencias previas por parte del acusado hacia el grupo de jóvenes, que salió del bar, y cuando ocurre así el Tribunal Supremo siempre ha estimado que no hay alevosía, porque se puede sospechar la agresión y precaverse frente a ella, es decir no haber salido del bar".

Así las cosas, y a la espera del desarrollo del juicio, que se iniciará hoy a las diez de la mañana, el abogado de la familia del joven fallecido quiso mostrar su confianza en que la sentencia les será favorable. "Yo lo único que espero como defensa --señaló Aparicio-- es que se dicte una sentencia justa, en base a las pruebas que vamos a intentar acreditar de la existencia del asesinato y de la tenencia ilícita de armas, sin ocultar mi deseo de que se impongan la penas máximas que nosotros solicitamos, pues no cabe duda de que se trata de un hecho gravísimo".

Recordar que solicita 20 años de prisión por el delito de asesinato y 2 por el de tenencia ilícita de armas; y el fiscal 20 años por el asesinato y 1 año y 6 meses por la tenencia ilícita de armas, delitos a los que suma el de lesiones, por el que pide 8 meses.

El abogado del acusado, por su parte, considera que Alejandro Martín es culpable de un delito de tenencia ilícita de armas y de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte o, de forma alternativa a éste, de un delito de homicidio en el que serían de aplicación las eximentes de trastorno mental transitorio y de legítima defensa y las atenuantes de arrebato u obcecación, consumo de alcohol y hachís y de confesar la infracción a las autoridades. Y solicita, "para el caso de la estimación de una o varias de las circunstancias antedichas, la libre absolución y alternativamente la imposición de las penas mínimas".

A JUICIO A la sección segunda de la Audiencia Provincial corresponderá determinar si fue un asesinato o un homicidio la trágica muerte de la que fue responsable Alejandro Martín Niño. Este habrá de enfrentarse antes al juicio. Será hoy cuando se siente en el banquillo de los acusados, algo que ayer esperaba nervioso, pero también con deseo "por la oportunidad que tendrá de pedir perdón", manifestó a este diario su abogado. "Está muy arrepentido y con muchas ganas de que llegue el juicio para poder pedir perdón a la familia de Alejandro Clemente, pues es algo que ha querido hacer durante los más de doce meses que lleva en prisión y que no ha podido", aseguró Moreno Iglesias.

Frente a él estará también la familia de su víctima, que lo que quiere es que todo termine. "Se encuentran muy mal y lo que quieren es que el juicio pase cuanto antes, pues para ellos supone tener que revivir todo lo que ocurrió, lo que significa más sufrimiento y daño psicológico", señaló Aparicio.

Volverá a recordarse aquella madrugada del 6 de enero del 2005, cuando el hecho de que un grupo de amigos saliera en defensa de la compañera de Alejandro Martín, a la que éste agredía en la plaza de Albatros, le costaría la vida a Alejandro Clemente, que contaba entonces 19 años y murió sobre las 03.30 horas a consecuencia del shock hemorrágico que le causó uno de los disparos del acusado.