Los continuos aguaceros caídos en las últimas semanas han llegado generosamente al embalse de Alcántara, que ha subido su nivel a un ritmo de metro por día, incluso dos metros en las jornadas más lluviosas, por ejemplo entre el 11 y el 12 de marzo. Una bendición para este pantano que alberga una de las mayores reservas de agua de Europa (3.162 hm³) y por el que navegan la mayoría de los cruceros fluviales que en los últimos años se han sumado a la oferta turística de la provincia cacereña. Precisamente, los barcos inician en marzo su temporada con la garantía de que podrán cubrir todas las rutas planificadas, que este año aumentan a ocho, incluso se estudia una más. Las lluvias han dejado un paisaje desbordante en las aguas de Alcántara y Cedillo, por donde discurren todas las singladuras.

De hecho, la subida de la cota de Alcántara permitirá navegar hasta los Canchos de Ramiro y plantearse una segunda ruta a Monfragüe desde Talaván. El resto de los itinerarios también se disfrutarán de otra manera. «Desde los cruceros veremos los pantanos en su máximo esplendor, por ejemplo Alcántara, que ahora tiene de orilla a orilla casi un kilómetro, con lo cual ofrece un paisaje espectacular. Las dehesas se meten directamente en el agua y te impresiona muchísimo», explica Rafael Pintado, propietario de Turnaex, empresa titular de los barcos, comercializados por Factor Ocio, mayorista de los viajes.

Estos cruceros fluviales se han convertido en la primera gran actividad capaz de aprovechar las aguas del Tajo, uno de los recursos con más potencial para la creación de diferentes tipos de actividades económicas, precisamente en la zona rayana, azotada por la despoblación. El primer barco turístico zarpó en 2011. En 2016 ya había tres rutas y en 2017 cuatro más, que sumaron 32.000 pasajeros. Este año se unirá Serradilla-Monfragüe, y posiblemente Talaván-Monfragüe. Las cuatro singladuras de Alcántara generaron el pasado año «más de 500.000 € en los municipios de Alcántara, Brozas y Zarza la Mayor principalmente», subraya Rafael Pintado, y ello pese a que «los efectos de la crisis aún se están percibiendo». Otro dato: el nuevo itinerario hasta Monfragüe creará unos 50 puestos de trabajo entre directos e indirectos.

Y ello porque los cruceros tienen un recorrido más allá de las propias aguas. Es posible complementar las rutas con un sinfín de actividades en cada destino, ya que se trabaja en colaboración con las empresas del territorio. Así, los pasajeros pueden ampliar su jornada con una ruta del jamón por las dehesas, contemplar los dólmenes, disfrutar de circuitos 4x4, hacer escapadas por sabrosas queserías del entorno del Tajo Internacional, practicar escalada, senderismo, kneeboard o kayak, participar en visitas guiadas por municipios extremeños y portugueses, y otras muchas actividades que pueden contratarse a través de la web ‘barcodeltajo.com’. «Pretendemos trabajar dentro de una economía verde que a la vez nos favorezca a todos», afirma Rafael Pintado.

Los extremeños y los visitantes de otros puntos del país y del extranjero se sienten cada vez más atraídos por esta nueva forma de disfrutar de la frontera hispano-lusa, pasando de un lado al otro para descubrir la belleza de pueblos históricos y de paisajes como la Reserva de la Biosfera y el Parque Nacional de Monfragüe, o el Parque Natural Tajo Internacional. Además, los propios barcos son aulas de naturaleza que van explicando los paisajes, la flora y la fauna con criterios conservacionistas. Están dotados de modernos recursos divulgativos para hacer las veces de centros de interpretación sobre las aguas.

BARCO DEL TAJO-ALCÁNTARA / La localidad de Alcántara, con su rico patrimonio, su convento benedictino y su puente milenario, es el puerto fluvial de las dos primeras rutas. Uno de los itinerarios se denomina ‘Contemplando a los guardianes’, puesto que termina en una zona rocosa, Peña Cepeda, custodiada por los dueños del territorio, los buitres leonados, que los pasajeros contemplan a lo largo del recorrido y que ofrecen una estampa excepcional en su hábitat. La ruta navega por el embalse de Alcántara, sigue su curso remontando el Alagón y continúa por los maravillosos espacios del Tajo Internacional. Los pasajeros pueden ir disfrutando de productos típicos como quesos, aceites, embutidos y dulces, degustaciones que se repiten en otras rutas.

Este itinerario de 2 horas se complementa con una de las novedades del año en la oferta de cruceros fluviales. Se trata de la ruta circular ‘Regreso de los templarios’, un paquete en autobús (facilitado por la cámara municipal de Idanha a Nova) que ofrece comida típica portuguesa, visita a las antiguas termas de Monfortiño con tratamientos a elegir, y rutas guiadas por pueblos históricos de Extremadura y Portugal como la propia Alcántara, Segura (con su imponente puente romano construido por Trajano), Idanha-A-Velha (aldea histórica donada al Temple en el siglo XIII), Monsanto (reconocida como ‘la aldea más portuguesa de Portugal), y Penha García (con restos desde el Neolítico). Esta ruta puede realizarse con distintas combinaciones.

El segundo crucero fluvial de Alcántara se denomina ‘Ruta de los gigantes’ porque atraviesa moles como la presa de Alcántara, Peña Cepeda y el Canchal de las Ranas hasta llegar a los Canchos de Ramiro (el nivel de las aguas lo permitirá). Comenzará el 1 de agosto para preservar la nidificación y se adentrará en este paraje en forma de cañón donde convergen los ríos Alagón y Aragón, calificado como Lugar de Importancia Comunitaria en Extremadura.

EN PLENA RAYA / Existe otro crucero, llamado Balcón del Tajo, que la Diputación de Cáceres tiene concesionado a la empresa que comercializa los cruceros. Recorre desde hace siete años el Parque Natural del Tajo Internacional, un paraje de extraordinaria riqueza paisajística a caballo entre las tierras españolas y portuguesa. Ya ofrece cinco rutas. La primera, ‘La última frontera natural’, va desde Herrera de Alcántara hasta Cedillo (22 kilómetros). La segunda, ‘Corazón del Tajo’, discurre entre Herrera y Santiago de Alcántara (22 kilómetros), pero solo es posible del 1 de agosto al 15 de enero para evitar molestias a las aves reproductoras. La tercera une estos dos trayectos en un solo crucero de cuatro horas que recorre todo el tramo navegable del Tajo en la zona. Permite conocer la frontera desde el agua, navegando entre roquedos y riveros donde viven especies amenazadas: buitres leonados, alimoches, cigüeñas negras, águila imperial...

Desde Cedillo sale la cuarta singladura, ‘Ruta del contrabando’, una aventura por la frontera natural entre España y Portugal. Durante 24 kilómetros remonta el cauce del río Ponsul para descubrir algunos trayectos utilizados antaño por los contrabandistas que recorrían estos parajes.

El quinto circuito se denomina ‘Descubre Portugal’ y tiene mucha acogida. Comienza en los embarcaderos de la orilla española (Cedillo, Herrera de Alcántara y Santiago de Alcántara) hasta Lentiscais, donde los autocares fletados gratuitamente por la Cámara Municipal de Castelo Branco recogen a los viajeros y les facilitan visitas guiadas, una comida portuguesa y una tarde de compras antes de volver al barco. También es posible pasar el día en la piscina-playa del municipio o elegir la opción ‘Portugal a tu aire’, con una noche de hotel.

MONFRAGÜE / Este año se estrenará la ruta Serradilla-Monfragüe, denominada ‘A las puertas de Monfragüe’, una vez listo el embarcadero en la localidad de partida. Cubrirá el trayecto en dirección al Salto del Gitano, pero se quedará a 1,5 km del límite del parque nacional por protección medioambiental. Ya se puede reservar este crucero a partir del 1 de agosto.

También se había planteado una ruta más desde Talaván hasta Serradilla, descartada el año pasado por el bajo nivel de las aguas, que ahora sí llegan al embarcadero de Talaván (es utilizable desde el nivel de los 206 metros). Por ello, Rafael Pintado afirma que se está programando un noveno crucero desde este punto que permitiría adentrarse en el área de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, un auténtico paraíso de aves.