La antigua cruz de término que llevaba cuatro siglos en el entorno de la Puerta de Mérida ha quedado destrozada. Sus restos aparecieron esparcidos por el suelo en la mañana del sábado y fueron trasladados por la policía local a la jefatura, donde ayer se pudo comprobar el alcance de la agresión. Pese a su estado, el ayuntamiento confía en restaurarla y devolverla a su ubicación en el centro de la plaza de Santa Clara. Además, la policía local ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional para que se incoen las diligencias oportunas sobre este ataque, al considerar que puede constituir un delito contra el patrimonio, puesto que la cruz está catalogada como Bien de Interés Cultural.

La Policía Científica analizó ayer la zona donde se alzaba y donde sólo queda el pedestal y parte de la columna. Posteriormente inspeccionó los restos custodiados en la jefatura: tres trozos del fuste, el capitel fracturado y la cruz --que al menos no se ha quebrado--, además de otras piezas de menor tamaño. El objetivo es encontrar algún indicio que conduzca al autor o autores del ataque, de los que nada se sabe de momento. Los hechos debieron ocurrir en la madrugada del viernes al sábado y la policía local ha barajado durante el fin de semana dos posibilidades: un acto vandálico o una acción antirreligiosa.

Sea como sea, el crucero presenta una imagen desoladora. Así lo constató ayer la Dirección General de Patrimonio de la Junta, máxima autoridad extremeña en la conservación de los bienes históricos, que consideró el hecho "muy grave". "Una vez analizado el estado en que se encuentran las piezas --informó a este diario a través de una nota--, la actuación a seguir tendrá que contar ineludiblemente con criterios de restauración monumental, realizada por profesionales habilitados para ello". Además, la intervención deberá recibir autorización de Patrimonio.

De hecho, a primeras horas de ayer acudió a analizar los restos de la cruz el arqueólogo del Area de Rehabilitación e Intervención, quien redactó un informe para elevarlo a la Dirección General de Patrimonio. Otra de las visitas decisivas tendrá lugar hoy, cuando la especialista en restauración del ayuntamiento, Fátima Gibello, acuda a supervisar el crucero. "Este tipo de fracturas tienen solución, pero no podemos pronunciarnos hasta evaluarlas", explicó ayer. "Hay que reintegrar la cruz correctamente y estudiar los medios necesarios, pero insisto en que debemos ser prudentes hasta comprobar su estado y hasta que se pronuncie Patrimonio", subrayó.

LLAMADA AL CIVISMO La concejala de Cultura, María José Casado, afirmó ayer que, en principio, "el ayuntamiento tiene disposición a reparar la cruz, aunque debemos esperar el dictamen de la restauradora y por supuesto de Patrimonio". La edil, al igual que todo el Gobierno municipal, expresó su "indignación" por la agresión "sin sentido", e hizo una llamada al civismo para que no se repita nunca un destrozo "tan lamentable".