Francisco es dueño de Titán, un pitbull terrier. Hoy pasea al can con su bozal por Diego María Crehuet. No es su zona de paseo habitual. Vive en la Mejostilla y frecuenta esa zona o visita Aldea Moret, donde vive su familia. Guarda una bolsa de plástico bien doblada que guarda en su bolsillo. «Los perros tienen sus necesidades y si la necesito, la llevo siempre». Al dueño le parece «muy mal» que otros no hagan lo mismo. Como Francisco y Titán pasean al día muchos cacereños con sus animales de compañía, pero los vecinos lamentan que muchos no llevan a cabo el gesto de Francisco y no recogen los excrementos de sus perros. Los residentes de la calle y de Hernando de Soto, calle aledaña, denuncian que en las aceras se acumulan heces caninas cada día y piden una solución.

De hecho, un comercio de la calle luce en su portal un cartel que insta a los dueños de los animales a que sean responsables con las defecaciones de sus canes. «Querido amigo perro, cuando hagas tus necesidades recuerda a tu amo que las recoja pues tú no tienes manos». Así, en clave irónica, los residentes reclaman «civismo» y que se cumpla la normativa vigente que estima multas que pueden llegar a los 300 euros. Cabe recordar que el ayuntamiento ya puso en marcha en mayo la campaña ‘Cáceres limpia la hacemos entre todos, involúcrate’ para concienciar de la importancia de recoger los excrementos de los perros. Esa misma campaña apuntaba que la empresa de limpieza de Cáceres 75 kilos de excrementos de perro al día.