El dispositivo comenzó la noche del pasado martes, víspera de Halloween, siguió anoche y continuará mañana. En total, tres jornadas intensas de seis horas de duración cada una (desde la tarde hasta bien entrada la madrugada) las que afronta el cuerpo especial de Seguridad de la policía local formado por siete agentes liderados por la subinspectora Isabel Mendoza. El objetivo: controlar el consumo de alcohol y drogas en la calle.

La primera ‘batida’ tuvo sus efectos, nada menos que 67 denuncias y 79 identificados, que ayer detalló el concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Mateos, al término de la junta de gobierno local. Esa primera acción comenzó la madrugada del martes al míércoles pasado; los agentes identificaron en primera instancia a 58 personas consumiendo alcohol en la vía pública, en zonas no habilitadas para ello e incumpliendo así la Ley de Conviencia y Ocio. Pueden enfrentarse a penas máximas de 30.000 euros cada uno, según contempla la Junta de Extremadura en la normativa que aplicaron los policías locales.

De las 58 personas, 14 fueron identificadas en la plaza de Andalucía, 11 en el edificio Zigurat, nueve en las proximidades de la discoteca Versus, otras tantas en la calle Conde de Canilleros, y el resto en la avenida Rodríguez de Ledesma, el parque del Príncipe, y el parque del Padre Pacífico. En cuanto al consumo de estupefacientes se identificaron dos personas en el Olivar Chico de los Frailes y otras dos en parque de la Judería. En los casos de drogas, se informó a la Subdelegación del Gobierno, que en base a la Ley de Seguridad Ciudadana será la que realice la instrucción e interponga la sanción correspondiente.

La policía local también identificó a otros tres menores que estaban usando un vapeador de tabaco en el parque del Príncipe, en este caso fuentes policiales aseguraron a este periódico que vigilan el establecimiento 24 horas de la avenida de Alemania por si fuera el lugar donde presuntamente se adquiriera el líquido del vapeador a los menores.

Asimismo, 12 menores de entre 10 y 13 años, que participaban en una fiesta ‘light’ en el establecimiento Vora, fueron identificados y puestos a disposición de sus padres puesto que en este tipo de actividades no pueden participar menores de 14 años.

Mateos recordó que el dispositivo comenzó después de que tanto el Cuerpo Nacional de Policía como el Servicio de Información de la Policía Local fueran alertados de la posible celebración de un gran botellón en el Olivar Chico de los Frailes la noche de Halloween. Además, vecinos de Residencial Gredos en La Mejostilla y de la urbanización Macondo han realizado denuncias al percatarse de la proliferación de jóvenes consumiendo alcohol en las calles de estos barrios, lo que ha hecho movilizarse a los agentes.