Una mujer de 60 kilos puede dar positivo en un test de alcohol con una sola caña, y un hombre de 70 kilos con dos. En España está prohibido conducir con una tasa por encima de los 0,5 gr/l de alcohol en sangre (0,25 mg/l en aire espirado), una cantidad que se reduce a 0,3 gr/l (0,15 mg/l) para conductores noveles y profesionales. Superar esta tasa en más de 0,25 gr/l y hasta 0,50 mg/l acarrea una sanción de 500 euros y anulación de 4 puntos en el carnet. Por encima de esa cifra la multa aumenta a 1.000 euros y los puntos a 6. Respecto a las drogas, su consumo se considera una infracción muy grave castigada con una sanción de 1.000 euros y la retirada de 6 puntos.

Pero si el conductor arroja una tasa de alcohol superior a 0,60 mg/l o ha tomado una cantidad determinada de estupefacientes, comete no una infracción, sino un delito contra la seguridad vial recogido en el capítulo IV del Código Penal. Se arriesga a penas de prisión de tres a seis meses o multas de seis a doce meses, y trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, además de la privación del derecho a conducir de 1 a 4 años.