El paseo de Cánovas ya huele a papel y a tinta. A veces a libro nuevo y otras a viejo, depende del lugar, o estand, donde se detenga el paso. El motivo es que ayer se inauguró la XX Feria del Libro. Muestra por la que pasarán cuarenta escritores y que albergará la presentación, y posterior firma, de 38 ejemplares, muchos de ellos de puño y letra extremeños. La ronda de presentaciones la inició el escritor cacereño Luis Corrales, a las 18.30 horas, con Sombras en el espejo, un poemario que aborda las sensaciones de la mirada de uno mismo en el espejo. Fue presentado por Vicente Rodríguez y Victor M. Jiménez en la caseta de firmas. Más tarde, en torno a las 19.45 horas, Mikel Lejarza y Fernando Rueda presentaron Yo confieso. 45 años de espía. La historia de la vida de Lejarza, que guardaba en silencio, relata cuando es captado por el servicio secreto para infiltrarse en ETA con el alias de El Lobo.

Veinte expositores, incluido el de El Periódico Extremadura, han elegido Cánovas como sede central del libro durante diez días, desde ayer y hasta el 5 de mayo. Entre ellos, una librería de Madrid, otra de Trujillo y nueve cacereñas. Dos de estas últimas acuden a la muestra por primera vez, como es el caso de Babaland, una librería online de cuentos infantiles que nació hace una semana de la mano de Javier Marcos, donde los libros son totalmente personalizados para cada niño y cuentan con la peculiaridad de transformarlos en audiolibros. El emprendedor considera el encuentro como «el mejor momento para el arranque». Lo mismo le sucede a Rosa Pérez, que es su primera vez en esta muestra, aunque su librería El mejor lugar del mundo...aquí mismo, lleve instalada en la plaza Marrón casi un año, aprovecha la feria para dar a conocer su local y promover la cultura.

En cambio, otras librerías llevan desde la primera edición instanlándose en Cánovas cada mes de abril, como sucede con El Buscón, que lleva desde el 2001 abriendo su estand, donde se puede encontrar la representación del local: autores extremeños, poesía, segunda mano, autores minoritarios y best-sellers. Antonio Sánchez, el propietario de esta librería que abrió sus puertas en 1998 y que a su vez dirige el estand de la Editora Regional de Extremadura, asegura que hay tres fechas clave en las que los ciudadanos pasean por el centro y son: «Navidad, San Jorge y la bajada de la Virgen».

Otra de las veteranas es Agúndez, que lleva 35 años abierta y que no se ha perdido ningún año. Alfonso Agúndez, asegura que en esta semana «las ventas se notan». Al igual sucede con Boxoyo, que desde el primer año traslada sus ejemplares extremeños y libros antiguos y de segunda mano al centro de la ciudad. De igual modo, Pléyades recala en Cánovas cada primavera desde el inicio de la muestra y Todolibros lo hace desde la apertura del local, 17 años atrás, la propietaria María Vaquero, afirma que crecen las ventas y también el trabajo.

De Madrid hasta Cáceres viene Luis Cantero desde hace seis años con Lorca Libros, que además recorre otras ferias por el resto de España. «Cáceres es una ciudad en la que estamos a gusto, nos damos a conocer», relata.

Así mismo, la librería Pintores, aunque lleve en la capital cacereña 30 años, a la feria acude desde hace cuatro. Ahora, Paqui Cantero, continuará asistiendo porque asegura: «me gusta mucho el ambiente».

Sin embargo, no todo son librerías, la Asociación Adaegina Amigos del Museo de Cáceres acude desde hace 13 años con ejemplares «muy específicos» y con la idea de dar difusión al museo, según cuenta Manuel Grisalvo, presidente de la asociación.