Cuatro de los seis jóvenes que ayer iban a ser juzgados en la Audiencia por su participación en una pelea, que ocurrió hace tres años en la discoteca Cameron, y en la que uno de ellos sufrió importantes lesiones --daños en la cara y en una mano, en la que sufre pérdida de fuerza y sensibilidad--, han quedado libres de cargos.

A cada uno de los acusados V. S. R., M. M. R., H. C. C. y R. G. se les imputaba una falta de lesiones, por las que el Ministerio Fiscal solicitaba seis fines de semana de arresto para cada uno de ellos, pero en el debate preliminar al juicio uno de los letrados hizo constar que los hechos habían prescrito y debían quedar libres. Tras una media hora de deliberación por parte de la presidenta y los magistrados de la Sala, este hecho se estimó procedente y los cuatro jóvenes quedaron libres. Su participación en el juicio ya no fue como acusados, sino como testigos.

Ha ocurrido así, según aclaró el letrado a este diario, porque mientras que a J. P. B. y a A. E. C. S. se les tomó declaración como imputados nada más ocurrir los hechos --la pelea tuvo lugar en la madrugada del 21 de abril del 2002--, a los otros cuatro jóvenes, que presuntamente también intervinieron en la pelea, no se les llamó a declarar hasta un año después. "Por este motivo no se les puede juzgar por una falta de lesiones, pues los delitos de lesiones prescriben a los tres años, pero todas las faltas prescriben a los seis meses, y así ha tenido que reconocerlo la Sala".

ENFRENTAMIENTO Ante este hecho, tan sólo dos de los seis jóvenes que en principio iban a ser juzgados se sentaron en el banquillo de los acusados. Se trata de J. P. B. y A. E. C., protagonistas del enfrentamiento.

En el juicio, ambos se acusaron mutuamente de haber iniciado la pelea. J. P. B. negó que le rompiera un vaso en la cara a A. E. C., y aseguró que fue éste quien le dio un cabezazo que hizo que el vaso que llevaba en la mano se rompiera. Por su parte, A. E. C. afirmó que el otro acusado le golpeó con el vaso sin que él le agrediera, aunque sí reconoció un enfrentamiento verbal.

A éste se le imputa una falta de lesiones, por la que el fiscal pide una pena de tres fines de semana de arresto. A su presunto agresor, J. P. B., el fiscal le imputa un delito de lesiones, pero al estimar la eximente de legítima defensa, ayer redujo su petición de pena de 2 años a 9 meses de prisión. La acusación particular le imputa un delito de lesiones con resultado de deformidad e inutilidad de un órgano, por el que pide 4 años de prisión.